La encuesta demuestra que casi las tres cuartas partes de los empleados creen que las reducciones en los viajes aéreos son un factor importante cuando se trata de reducir la huella de carbono de una empresa. Y de los 1279 encuestados que informaron que necesitaban volar por trabajo, el 62 % indica que ha reducido sus hábitos de vuelo en comparación con los niveles previos a la pandemia, el 27 % señalaba que vuela con tanta frecuencia como lo hacía antes y el 11 % dijo que estaba ahora vuela mas.
“Los hábitos de vuelo corporativos han cambiado y los empleados quieren una nueva normalidad en la que las empresas asuman la responsabilidad de reducir su parte de las emisiones”, comenta Denise Auclair, gerente de campaña de viajes corporativos de Transport & Environment. “El cambio ocurrirá con objetivos claros y políticas que se alineen con las expectativas de los empleados. Esto solo puede ayudar a las empresas en la carrera actual para reclutar y retener a los mejores talentos”, añade.
La encuesta también destaca un impacto potencial en las reuniones, ya que el 72 % de los encuestados dijo que está dispuesto a tomar menos vuelos para reuniones internas y el 67 % está dispuesto a planificar más reuniones locales, en lugar de reuniones globales, para reducir los vuelos de larga distancia.
“Los empleados comprenden el impacto climático de los vuelos de larga distancia y están dispuestos a reducir sus viajes. Pero esperan que la alta gerencia lidere con el ejemplo y establezca objetivos ambiciosos de reducción de viajes de negocios”, agrega.
