Kriengkrai Thiennukul, presidente de la Federación de Industrias Tailandesas (FTI), afirmó que el festival Songkran de este año será testigo de un gran aumento del número de turistas tailandeses y extranjeros en todo el país. Sin embargo, le preocupa que el gasto no se corresponda con el aumento de participantes.
Citando cifras del año pasado, cuando un tercio de los tailandeses perdió poder adquisitivo y el gasto de los turistas extranjeros cayó aproximadamente un 6-7%, dijo que tampoco podía esperar una gran mejora este año.
Explicó que un elevado número de asistentes podría ayudar a aumentar la aportación de ingresos a la economía de este festival. Sin embargo, dada la actual desaceleración, sobre todo en la economía nacional, donde las exportaciones son débiles, el consumo es bajo y las empresas se contraen, cree que la gente celebrará el festival pero de forma frugal.
El Ministerio de Turismo y Deporte de Tailandia anunció el martes sus planes de organizar una gran celebración especial del festival Songkran, el tradicional Año Nuevo tailandés.
El festival, bautizado como "Yen Tua La Maha Songkran" o "Festival Mundial del Agua Maha Songkran 2024", se prolongará tres días (del 13 al 15 de abril) para abarcar la mayor parte de abril.
Además de conmemorar la inclusión del Songkran en la lista del "Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad" de la UNESCO en diciembre del año pasado, el evento pretende promover uno de los pilares del poder blando del país y elevar el Songkran a la categoría de festival mundial, comparable a otros acontecimientos de fama mundial como el Mardi Gras y el Oktoberfest.
El Gobierno espera que las celebraciones de 21 días generen hasta 52.500 millones de baht en ingresos turísticos.
Kriengkrai alabó los esfuerzos del Gobierno por promover el festival Songkran 2024, pero señaló que la economía del país sufría desde hacía tiempo varios problemas estructurales, y que el crecimiento del turismo por sí solo sería insuficiente para sostener la economía en general.
Para hacer frente a la mala estructura del país, instó al Gobierno a tomar medidas adicionales para garantizar que las pequeñas y medianas empresas (PYME) tengan fácil acceso al apoyo financiero del sector bancario.
Payong Srivanich, presidente de la Asociación Tailandesa de Banqueros, miembro de la JSCCIB, propuso al gobierno una exención fiscal de 5 a 7 años para las PYME que se registren como entidades propiamente dichas en el organismo público.
Esto dará tiempo a esas PYMES para adaptarse y mejorar a los estándares formales, lo que les permitirá acceder finalmente al apoyo financiero que necesitan del sector bancario formal, explicó.
El método ayudará al sector público a acceder a la base de datos de PYME del país para regular mejor y crear un sistema justo de recaudación de impuestos.
Actualmente, más de la mitad de las PYME tailandesas están clasificadas como informales, y el sector público no tiene ni idea de cómo llegar a ellas, a pesar de que sus negocios generan mucho empleo.
Por su parte, Sanan Angubolkul, presidente de la Cámara de Comercio tailandesa, dio las gracias al Gobierno por imponer a partir de mayo un impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 7% a los bienes importados cuyo valor sea igual o superior a un baht.
Dijo que la decisión beneficiaría a las pequeñas empresas locales al reducir la entrada de productos de baja calidad en el país. Instó al Gobierno a aplicar estrictamente las medidas de inspección y a utilizar herramientas avanzadas para evitar el contrabando de productos baratos.
Los comentarios se produjeron mientras la reunión del JSCCIB acordaba mantener la previsión de crecimiento del PIB del país entre el 2,8% y el 3,3%, a pesar de que otras instituciones financieras, incluido el Banco Mundial, habían rebajado recientemente el crecimiento de Tailandia debido al debilitamiento de las exportaciones.
Con la economía mundial recuperándose gradualmente, el comité sigue siendo optimista en cuanto al aumento de las órdenes de compra durante el segundo y tercer trimestres de este año. No obstante, instaron al Gobierno a aumentar las políticas de apoyo para ayudar al sector privado a desarrollar una nueva economía de curva en S y a modernizar a los proveedores tailandeses con conceptos ecológicos, de digitalización y automatización para mantenerse a la altura de la tendencia mundial.
