Colombia: cacao impulsa cambio económico en Putumayo

16-08-24

El Putumayo, una región marcada por el cultivo de coca durante décadas, está viendo un cambio significativo gracias a una inversión de 27,871 millones de pesos liderada por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR). Este proyecto, que beneficia a 626 familias campesinas e indígenas de varios municipios, se centra en la producción, transformación y comercialización del cacao. Esta iniciativa no solo reemplaza una economía ilegal por una más sostenible y rentable, sino que también promueve el desarrollo socioeconómico integral, alineado con la política de Reforma Rural Integral del Gobierno nacional.

El cacao se ha presentado como una alternativa económicamente viable para las comunidades del medio y bajo Putumayo. A diferencia de la coca, cuya producción ha fomentado la violencia y el subdesarrollo en la región, el cacao ofrece un cultivo legal con alta rentabilidad y un mercado amplio tanto a nivel nacional como internacional. Además, el proyecto de la ADR no se limita a la producción básica, sino que también incluye la transformación del cacao en productos de valor agregado, como chocolate de mesa, lo que asegura precios justos y mayor competitividad en el mercado.

El proyecto también contempla la entrega de activos productivos a las asociaciones participantes, incluyendo maquinaria especializada como prensas, descascarilladoras, laminadoras y vehículos de carga. Esto, junto con la asistencia técnica y la capacitación, busca garantizar que las familias no solo puedan cultivar cacao, sino también transformar y comercializar productos derivados, generando un impacto económico duradero y sostenible.

Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia del Gobierno nacional, que ha destinado un total de 82,886 millones de pesos a iniciativas similares en diversas regiones del país. La colaboración entre la Agencia de Renovación del Territorio, organizaciones campesinas e indígenas, la Gobernación del Putumayo y la ONG Ayuda en Acción es clave para el éxito de esta transformación socioeconómica. Estas entidades trabajan de la mano para ofrecer no solo recursos financieros, sino también el acompañamiento necesario para asegurar que las comunidades puedan aprovechar al máximo esta oportunidad y abandonar definitivamente la dependencia de los cultivos ilícitos.

Además del impacto económico, este proyecto tiene un fuerte componente social. La sustitución de la coca por el cacao no solo mejora las condiciones de vida de las familias involucradas, sino que también contribuye a la pacificación y desarrollo de una región históricamente afectada por el conflicto armado y el narcotráfico. Al ofrecer alternativas legales y sostenibles, se espera que este tipo de proyectos reduzca la influencia de grupos armados ilegales y fortalezca la presencia del Estado en estas zonas vulnerables.

En términos ambientales, la transición del cultivo de coca al cacao también es significativa. La producción de coca ha sido una de las principales causas de la deforestación en el Putumayo, mientras que el cultivo de cacao, cuando se realiza de manera sostenible, puede ser compatible con la conservación de la biodiversidad local. Este cambio no solo beneficia a las comunidades humanas, sino que también contribuye a la preservación de los ecosistemas de la Amazonía, una de las regiones más ricas en biodiversidad del mundo.

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