Este nuevo tramo no solo es significativo por su infraestructura, sino también por el potencial que tiene para transformar el tejido socioeconómico de la región. Se prevé que Cancún y Playa del Carmen, ahora unidos por cinco frecuencias diarias de tren, experimentarán un aumento en la movilidad tanto de turistas como de residentes locales. Con tres frecuencias dedicadas al turismo y dos a los habitantes de la región, y con tarifas accesibles partiendo desde 11,50 dólares para turistas, la nueva ruta promete ser una de las más demandadas.

El proyecto del Tren Maya, descrito por el presidente Andrés Manuel López Obrador como una de las obras más emblemáticas e importantes para el país, contempla la construcción de 554 kilómetros de vías férreas, extendiéndose a más de 800 kilómetros con la incorporación de vías férreas electrificadas de doble vía. Estas modernas instalaciones están diseñadas no solo para mejorar el transporte sino también para embellecer la región con estaciones estéticamente agradables.

No obstante, el desarrollo del Tren Maya no ha estado exento de controversia. Ambientalistas locales han expresado su preocupación por el impacto que las obras podrían tener en áreas de gran diversidad natural, iniciando batallas legales para proteger el entorno. A pesar de estos desafíos, las autoridades locales mantienen una visión positiva, destacando el potencial del tramo 5 del Tren Maya para impulsar significativamente la industria turística de Quintana Roo, la cual representa una parte sustancial del PIB del estado.

La reciente inauguración del tramo entre Cancún y Playa del Carmen del Tren Maya simboliza un avance significativo en el desarrollo de infraestructura turística y de transporte de México. Al conectar destinos clave, facilitar el acceso y promover el turismo sostenible, este proyecto se posiciona como un elemento transformador para la región, con la promesa de mejorar la calidad de vida de sus habitantes y reforzar la economía local.