Sin embargo, Florida ha tomado un rumbo diferente. La decisión de no crear campañas específicas para atraer a la comunidad LGBTQ+ ha sido vista por algunos como una política excluyente, mientras que otros la ven como un reflejo de las prioridades del estado bajo la administración actual. Young defendió la postura de la organización, argumentando que la misión de Visit Florida es representar la diversidad del estado de una manera inclusiva y neutral, sin privilegiar a ningún grupo sobre otro. Este enfoque, según ella, es coherente con el mandato que han recibido.
La decisión de Visit Florida ha desatado una oleada de críticas y preocupaciones, especialmente entre organizaciones defensoras de los derechos LGBTQ+. Estas organizaciones han expresado que la falta de campañas dirigidas podría interpretarse como una señal de falta de inclusión y apertura hacia la comunidad LGBTQ+. Además, algunos expertos en turismo argumentan que esta postura podría tener repercusiones negativas para la industria turística de Florida, particularmente en un momento en que muchos viajeros buscan destinos que celebren y apoyen la diversidad.
Es importante destacar que el turismo LGBTQ+ ha demostrado ser un segmento lucrativo en la industria global. Destinos como Nueva York, San Francisco y Los Ángeles, entre otros, han capitalizado este mercado mediante la creación de campañas dirigidas y eventos específicos que atraen a millones de turistas cada año. Estos destinos han visto un impacto positivo en sus economías locales gracias a la llegada de turistas LGBTQ+, que suelen tener un alto nivel de gasto en comparación con otros segmentos de turistas.
En contraste, Florida, que históricamente ha sido un destino popular para todos los tipos de turistas, corre el riesgo de ser percibido como menos acogedor para la comunidad LGBTQ+ debido a su postura actual. Esto podría afectar no solo la percepción del estado a nivel nacional e internacional, sino también su atractivo como destino turístico inclusivo y diverso.
La postura de Visit Florida también plantea preguntas sobre el equilibrio entre las políticas estatales y las necesidades de una industria que, en muchos casos, depende de su capacidad para atraer a una amplia variedad de visitantes. En un mundo cada vez más globalizado e interconectado, los destinos turísticos compiten no solo por la cantidad de visitantes, sino también por su capacidad de ofrecer experiencias que resuenen con los valores y expectativas de los viajeros modernos.
En respuesta a las críticas, Young ha enfatizado que Visit Florida no excluye a ningún grupo en sus campañas de promoción, pero que tampoco realizará promociones que se centren en un segmento específico, como el turismo LGBTQ+. Este enfoque, según ella, es parte de un esfuerzo por promover Florida como un destino para todos, sin hacer distinciones basadas en la orientación sexual, identidad de género u otras características de los visitantes.
A medida que continúa el debate en torno a la postura de Visit Florida, queda por ver cómo esta decisión afectará a la industria turística del estado en los próximos años. Algunos analistas sugieren que la postura podría evolucionar en respuesta a las presiones del mercado y a los cambios en la percepción pública. Sin embargo, por el momento, Visit Florida parece estar comprometida con su enfoque actual, siguiendo las directrices establecidas por el gobierno estatal.
