Mallorca (España) bajo lupa de la prensa internacional por la masificación

Mallorca (España) bajo lupa de la prensa internacional por la masificación turística

20-08-25

Mallorca se encuentra de nuevo en el ojo del huracán mediático internacional. En los últimos meses, destacados medios de Alemania, Francia, Reino Unido y los países nórdicos han puesto el foco en el modelo turístico de la isla, advirtiendo que la masificación está pasando factura tanto a la calidad del destino como a la vida de sus residentes. Con alrededor de 13,5 millones de visitantes en 2024 —entre ellos cerca de 5 millones de turistas alemanes—, la realidad de una población local inferior al millón de habitantes revela un desequilibrio que está erosionando la experiencia del viaje y el bienestar cotidiano de quienes viven allí.

Publicaciones como Der Spiegel, junto con Frankfurter Allgemeine Zeitung o Süddeutsche Zeitung, coinciden en afirmar que “Mallorca ya no ofrece la misma experiencia”, y subrayan cómo la presión en el mercado de alquileres, los daños ambientales y el colapso de ciertos servicios críticos están mermando el atractivo de la isla como destino turístico. Incluso Bild ha recogido ejemplos de turistas alemanes que, hasta hace poco frecuentes visitantes, ahora eligen no regresar debido al nivel de saturación y al deterioro de su entorno natural.

En dirección similar se sitúan cadenas televisivas como Tagesschau y ARD, que han entrevistado a viajeros fieles a Mallorca durante décadas, quienes explican que ahora ya no se sienten confortables al formar parte de lo que consideran un “colapso turístico”. En el Reino Unido, medios como la BBC y The Guardian describen a Mallorca como un ejemplo emblemático de las paradojas del turismo masivo; por su parte, en Francia, Le Monde advierte del peligro de que la isla pierda su reputación como refugio natural y cultural.

Un análisis desarrollado por la asociación Fundament entre 2019 y la fecha actual, al que ha tenido acceso Última Hora, revela que el problema tiene raíces estructurales y está lejos de ser coyuntural. Frank Hoeft, presidente de la entidad, asegura que su origen radica en “la incapacidad de gestionar los flujos”, y que el actual modelo carente de sostenibilidad compromete la estabilidad futura del destino. Hoeft apuesta por establecer un límite máximo de visitantes para hacer frente a esta situación: “No se trata de culpar al turista, sino de reconocer que este ecosistema está llegando a sus límites”.

Este cambio de percepción ha avivado el debate público y ha impulsado protestas locales, así como una atención mediática creciente que reclama una revisión urgente del sistema turístico vigente. Como señala Hoeft, “decrecer suena mal, pero es la única vía posible” para recuperar equilibrio, calidad de vida local y reputación como destino sostenible. Al tiempo, Mallorca sigue encabezando titulares internacionales que cuestionan su viabilidad como modelo prefabricado para el turismo contemporáneo.

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