Este análisis también ha sido aplicado a rutas internacionales estratégicas. La conexión entre Madrid y Ciudad de México, por ejemplo, generó 11.470 empleos y aportó 154 millones de euros al PIB mexicano y 60 millones al español. En el caso de Bogotá, la ruta propició la creación de cerca de 15.000 empleos. Estos datos ponen de manifiesto cómo una conexión aérea puede convertirse en un catalizador del desarrollo económico entre países.
Otro caso destacado es la ruta entre Madrid y Miami, que generó alrededor de 4.000 empleos y una contribución conjunta de 171 millones de euros a los PIB de España y Estados Unidos. Además de transportar pasajeros, esta ruta movilizó más de 7.260 toneladas de mercancías en 2024, consolidando su papel en el comercio bilateral y el fortalecimiento de la conectividad entre ambos continentes.
Estos resultados se producen en un contexto de fuerte crecimiento para Iberia. La compañía cerró el año con un beneficio de explotación de 1.027 millones de euros, un 16,7% más que en 2023, y transportó a 25,8 millones de pasajeros, con un factor de ocupación del 87,9%. La aerolínea se mantiene como una de las más puntuales de Europa, consolidando así su competitividad en el mercado.
Más allá de sus resultados financieros, Iberia está llevando a cabo una ambiciosa estrategia para transformar el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en un hub de referencia internacional. Su objetivo es aumentar la conectividad intercontinental, especialmente con América Latina, Estados Unidos y África, atrayendo a un turismo más diversificado, de mayor poder adquisitivo y menos dependiente de la estacionalidad.
En línea con su visión de largo plazo, Iberia continúa impulsando medidas de sostenibilidad, como la incorporación de aeronaves más eficientes, la inversión en combustibles sostenibles y la optimización de rutas para reducir emisiones. Estas acciones, además de contribuir a la transición ecológica, generan nuevas oportunidades económicas en sectores emergentes vinculados a la innovación y la economía verde.
Desde su fundación en 1927, Iberia ha evolucionado para convertirse en mucho más que una compañía aérea. Su propósito de "generar prosperidad conectando personas con el mundo" cobra pleno sentido cuando se analizan los efectos reales de su actividad en términos de riqueza, empleo y progreso social. El informe recientemente presentado refleja de forma concreta ese impacto, ofreciendo una base sólida para la planificación estratégica y el diálogo con actores públicos y privados.
La herramienta de medición utilizada, respaldada por AENOR, no solo aporta credibilidad técnica al análisis, sino que también posiciona a Iberia como una de las primeras aerolíneas en ofrecer una evaluación transparente y certificada de su impacto socioeconómico. Este ejercicio refuerza su compromiso con la responsabilidad empresarial y sienta las bases para seguir creciendo de manera sostenible.
En un momento clave para el transporte aéreo y el turismo mundial, Iberia se consolida como un actor fundamental en la recuperación económica de España, con una visión que combina eficiencia operativa, conectividad global y responsabilidad social.