La emergencia sanitaria decretada por el Gobierno permite la implementación de medidas extraordinarias, incluyendo una campaña nacional de vacunación masiva que tiene como objetivo alcanzar una cobertura superior al 95% en las zonas de mayor riesgo. El Ministerio de Salud ha instado a toda la población mayor de 9 meses a acudir a los puestos de vacunación, especialmente a quienes residen o planean desplazarse a departamentos como Tolima, Caquetá, Meta, Amazonas, Guaviare y Vaupés, donde se ha detectado circulación activa del virus. Para reforzar estas acciones, se han desplegado más de 10.000 equipos básicos de salud, y se han habilitado corredores epidemiológicos, puestos móviles de vacunación, y puntos de control sanitario en las vías de acceso a las regiones afectadas.
Además, las autoridades han intensificado las labores de vigilancia epidemiológica en zonas rurales y selváticas, así como el monitoreo de epizootias en monos aulladores y otras especies susceptibles al virus, considerados como centinelas de alerta temprana. Estas tareas son esenciales para anticipar la posible expansión de la enfermedad hacia nuevos focos y evitar su llegada a zonas densamente pobladas. En ese sentido, la directora del Instituto Nacional de Salud, Diana Pava, advirtió que existe un riesgo latente de que el virus llegue a entornos urbanos, lo que sería "catastrófico" por la velocidad de transmisión y el volumen de población susceptible.
El Gobierno, en articulación con las autoridades departamentales y municipales, ha solicitado también el apoyo del sector privado, las EPS y las IPS para facilitar el acceso a la vacuna e informar a la ciudadanía sobre los riesgos de la fiebre amarilla. Las campañas de comunicación masiva han comenzado a difundirse en medios de radio, televisión y redes sociales, haciendo énfasis en la importancia de vacunarse y en adoptar medidas de prevención, como el uso de repelentes, ropa que cubra brazos y piernas, y la eliminación de criaderos de mosquitos en los hogares y espacios públicos.
Por su parte, las agencias de viajes, aerolíneas y operadores turísticos han recibido lineamientos específicos para exigir a los viajeros la presentación del certificado internacional de vacunación contra la fiebre amarilla al ingresar a zonas con alta transmisión, en cumplimiento con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta medida busca garantizar la seguridad tanto de los turistas como de las comunidades locales.
La declaratoria de emergencia se mantendrá vigente hasta que hayan transcurrido al menos ocho semanas consecutivas sin notificación de casos humanos ni en animales. Durante este periodo, el Ministerio de Salud y las entidades territoriales continuarán trabajando en la contención del brote, el fortalecimiento de la capacidad hospitalaria en las regiones afectadas y el aseguramiento del suministro de vacunas e insumos médicos.
Colombia enfrenta así un desafío epidemiológico importante, pero las autoridades confían en que la acción conjunta entre gobierno, profesionales de la salud y ciudadanía permitirá frenar la propagación de la fiebre amarilla y evitar un escenario de mayores consecuencias. La vacunación y la prevención siguen siendo, hoy más que nunca, las herramientas más poderosas para proteger la salud pública y contener una enfermedad que, aunque prevenible, puede ser mortal.