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COP28: ¿Qué se ha conseguido y qué queda por hacer?

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COP28: ¿Qué se ha conseguido y qué queda por hacer?

La COP28 concluyó esta semana en Dubai (EAU) tras dos semanas de negociaciones y compromisos de múltiples partes interesadas para avanzar en la acción climática, en lo que ha sido una de las COP más complejas desde París. La COP del clima con mayor asistencia de la historia reunió a 97.000 delegados, incluidos más de 150 jefes de Estado, junto con negociadores, líderes empresariales y actores no estatales, lo que refleja el creciente impulso y la atención de los líderes públicos, privados y de la sociedad civil sobre este tema crítico.

El principal resultado de la COP28 fue la conclusión del primer Balance Global. Se trata de una revisión a medio plazo de los progresos realizados por los Estados miembros de las Naciones Unidas en la consecución del Acuerdo de París de 2015 (por el que los países se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura por debajo de los 2 °C y a alcanzar el objetivo de 1,5 °C en comparación con la era preindustrial).

El GST final obtuvo un resultado positivo con un texto final que insta a las naciones a "abandonar" los combustibles fósiles. En definitiva, el Consenso de los EAU puede considerarse una victoria para el multilateralismo y la diplomacia climática.

Cinco conclusiones clave de la COP28

1. Balance de las acciones

Dubai se consideró una oportunidad crítica para que las naciones "corrijan el rumbo" de la acción climática a través del GST, ya que las emisiones globales siguen aumentando un 1,5% al año, cuando necesitan reducirse un 7% anual hasta 2030 para mantener vivo el objetivo de 1,5ºC. El GST fue un recordatorio aleccionador de que el mundo estaba muy lejos de sus objetivos cuando se publicó este verano.

Un objetivo importante del TSM es informar sobre lo que debe hacerse ahora, y el documento fue un ancla clave para la planificación y el debate. Los negociadores llegaron a las siguientes conclusiones

2. Triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia

Para alcanzar los objetivos de la transición energética es necesaria una construcción masiva de nuevas infraestructuras energéticas, en particular de energía limpia, con una inversión total estimada en 4,5 billones de dólares para 2030. Siguiendo la recomendación de la AIE, 117 países acordaron triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030 (hasta más de 11.000 GW) y duplicar la tasa anual de mejora de la eficiencia energética en esta década. Estos objetivos, ambiciosos pero alcanzables, son vitales para mantener el objetivo de 1,5 °C a nuestro alcance. El sector privado ha dado un paso al frente para apoyar estos esfuerzos, y la empresa danesa de inversiones Copenhagen Infrastructure Partners ha anunciado un nuevo fondo de 3.000 millones de dólares para nuevos proyectos de energías renovables en mercados emergentes y en desarrollo.

El Director General de IRENA comentó el compromiso: "Esta decisión confirma inequívocamente el papel central que desempeñan las energías renovables para hacer frente a la urgencia climática. Las energías renovables están a la vanguardia de la acción climática y ofrecen una vía para mejorar el acceso a la energía, la seguridad y la asequibilidad". Aunque la acción por el clima en la década de 2020 se centrará en la tecnología existente, para 2050 el 50% de las reducciones necesarias para lograr emisiones netas nulas deberán proceder de tecnologías que aún no están disponibles a escala. De ahí el imperativo de contar con una red descarbonizada y fiable que permita la adopción de nuevas tecnologías climáticas a escala.

3. El cambio climático supone una amenaza urgente que exige una acción decisiva.

Los sistemas alimentarios son un multiplicador de impacto para una transición justa y equitativa, ya que son responsables del 30% de las emisiones mundiales, del aumento de los costes y de los problemas de nutrición. La Presidencia de la COP28 situó esta cuestión como parte central de su programa de acción por el clima, anunciando la Declaración de los Emiratos sobre Agricultura Sostenible, Sistemas Alimentarios Resilientes y Acción por el Clima con el apoyo de 134 países (que representan el 70% de la superficie terrestre mundial), con el compromiso de incluir las emisiones de la agricultura y la ganadería en sus planes nacionales de acción por el clima.

En respuesta, el Foro Económico Mundial puso en marcha la Coalición First Movers para la Alimentación, con el fin de crear una demanda agregada en el mercado de productos agrícolas producidos de forma sostenible y con bajas emisiones. La iniciativa, promovida por los Emiratos Árabes Unidos y una coalición cada vez mayor de empresas e investigadores asociados, pretende reducir el riesgo de la inversión inicial, y sus 20 miembros actuales han anunciado un compromiso combinado de adquisición estimado entre 10.000 y 20.000 millones de dólares para 2030.

4. Posibilitar una agenda holística de acción por la naturaleza y el clima

El colapso acelerado de los ecosistemas mundiales sigue produciéndose, con casi un millón de especies actualmente en peligro de extinción. Sin embargo, las intervenciones hacia una economía positiva para la naturaleza para 2030 pueden generar un valor empresarial anual de más de 10 billones de dólares, con soluciones basadas en la naturaleza capaces de proporcionar hasta un 30% o más de los objetivos de mitigación de emisiones. Dubai fue un hito clave en la convergencia de las agendas climática y de la naturaleza, ya que los EAU unieron fuerzas con China (que actualmente preside la COP paralela de la ONU sobre Biodiversidad) para emitir una declaración en la que se reconocía la interdependencia entre ambas agendas y se reflejaba el compromiso de alinear y aplicar conjuntamente las estrategias climática y de la naturaleza. La Presidencia de la COP28 también puso en marcha una serie de iniciativas con un compromiso inicial de 1.700 millones de dólares para cumplir simultáneamente los objetivos climáticos y de biodiversidad.

Un estribillo notable que surgió de la cumbre fue que "no hay París sin el océano". Aunque es el mayor sumidero de carbono del mundo y absorbe el 90% del calentamiento generado por el cambio climático, la inversión en la acción oceánica sigue siendo el menos financiado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. La COP28 brindó la oportunidad de impulsar soluciones azules, como la adhesión de 21 países a la iniciativa Mangrove Breakthrough, para restaurar y proteger 15 millones de hectáreas de manglares (que pueden contener más de cuatro veces más carbono que los bosques tropicales) en todo el mundo para 2030. En conjunto, la cumbre logró movilizar más de 2.500 millones de dólares para colmar el importante déficit de financiación de la conservación y restauración de la naturaleza para la resiliencia climática.

5. Abordar la adaptación y apoyar a los más vulnerables

La falta de adaptación al cambio climático es el segundo riesgo mundial a largo plazo más grave (el primero es la falta de mitigación del cambio climático). El GST logró definir siete metas como parte de un Objetivo Global de Adaptación para 2030, entre ellas mejorar la resiliencia a los desastres relacionados con el agua, incorporar enfoques climáticamente positivos en la producción y uso de alimentos y agua, y garantizar servicios sanitarios resistentes al clima. La cumbre apoyó la movilización de 188 millones de dólares para el Fondo de Adaptación de la ONU para 2023, que, aunque progresiva, no alcanza el objetivo de 300 millones de dólares anuales en contribuciones, y es significativamente inferior a los 215.000 millones de dólares anuales que se calcula que necesitan los países en desarrollo.

Paralelamente a la aceleración de los esfuerzos de adaptación, otro hito clave alcanzado en la COP28 fue la puesta en marcha del Fondo de Pérdidas y Daños, que aseguró más de 726 millones de dólares en financiación para apoyar a los países más gravemente afectados por el cambio climático. Los compromisos, aunque suponen un comienzo positivo para el fondo, representan el 0,2% de la financiación necesaria.

¿Qué se necesita todavía?

Aunque siempre es difícil estar a la altura de las grandes expectativas de la comunidad mundial, los resultados de la conferencia reflejan un paso adelante en la dirección correcta. Sin embargo, es importante señalar que el Consenso de los EAU, al igual que el Acuerdo de París, no es jurídicamente vinculante. Por lo tanto, existe una necesidad acuciante de definir una hoja de ruta para esta transición y garantizar una aplicación rápida y eficaz del TSM por parte de las naciones.

También había grandes expectativas en cuanto a las promesas e inversiones de capital público y privado para acelerar la transición a cero emisiones netas, tras los escasos avances logrados en este tema en la COP27. Aunque la COP28 logró movilizar más de 85.000 millones de dólares en financiación, se reconoce claramente que esto no basta para restablecer la confianza y traducir el primer TSM en acciones tangibles que puedan doblar eficazmente la curva de las emisiones.

La cumbre sobre el clima concluye con un creciente reconocimiento de la urgencia de abordar el cambio climático y la determinación de acelerar la acción. La mejora de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), el compromiso de abandonar los combustibles fósiles, triplicar la capacidad de las energías renovables de aquí a 2030, las importantes promesas climáticas, la puesta en marcha del Fondo de Pérdidas y Daños y el reconocimiento de una transición justa son todos ellos elementos clave de la COP28. Además, el énfasis en las soluciones basadas en la naturaleza y en el nexo entre el clima y la salud indica un cambio hacia un enfoque más holístico e inclusivo de la acción climática, y se espera ver más colaboraciones intersectoriales, fomentando la inclusión en nuestra búsqueda de un mundo resiliente a 1,5 °C que no deje a nadie atrás.

A medida que la COP28 se acerca a su fin, los líderes tienen mucho trabajo por hacer. Para empezar, los gobiernos realizarán las próximas revisiones de sus NDC antes de 2025, y el GST orientará cuáles deben ser esos cambios.

Pero más allá de esto, los líderes lograrán un mayor impulso a través de verdaderos eventos multisectoriales. El próximo de ellos en el calendario mundial -la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos el próximo mes de enero- atraerá a organizaciones internacionales, empresas mundiales, instituciones académicas y de la sociedad civil relevantes y más de 100 gobiernos. Al igual que en años anteriores, estos líderes se reúnen para avanzar en las conclusiones de la COP28 y otros hitos. A medida que nos acercamos a 2030, estos eventos servirán como puntos de encuentro críticos y fundamentales para que la comunidad mundial haga realidad el cambio.

Autores: 

Director, Estrategia y Gestión de Programas, Foro Económico Mundial

Este artículo forma parte de: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP28

Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.

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