Ahora más que nunca, me he encontrado con varias publicaciones diarias sobre la importancia de "sentirse en casa". 

Así, me vienen recuerdos los viajes más memorables que he realizado en los últimos 3 años antes de la pandemia, y se abre un camino y oportunidad de obtener una nueva perspectiva sobre el turismo mundial. Una nueva forma de hacer turismo, de ofrecer nuevos programas turísticos y experiencias con el afán de hacer a nuestros pasajeros "sentirse en casa". 

Dentro de cada uno de nosotros, los tours operadores, los agentes de viajes, los viajeros perpetuos, los amantes del descubrimiento, del turista y de que ama la libertad de movimiento, se encuentra una raíz, un sentido de hogar, de bienvenida, de casa. 

El turismo desde una visión íntima no solamente crea una visión común para el futuro de la comunidad turística y su potencial al mostrar cada uno de sus destinos, su cultura ancestral, su historia, su belleza. El “turismo intimo” es una representación única, humana y coherente que mejora la conciencia local, regional, nacional y mundial de cada uno de los destinos que mostramos. 

Un destino siempre será único y más atractivo, cuando se comparta de manera única y responsable con el viajero. Así, de esta manera no solo estamos contribuyendo a preservar las comunidades, culturas locales, las economías locales, a preservar el medio ambiente y la vida silvestre, sino que educamos al viajero.