Juan Pablo Nieto

Centroamérica: una región que avanza unida hacia el desarrollo del turismo sostenible

Desde su génesis, pasando por sus logros y reconociendo los retos, este artículo busca sintetizar seis décadas del proceso de integración turística de Centroamérica y República Dominicana. El rol del sector público y privado, así como el concurso de centroamericanistas convencidos de las oportunidades de trabajar juntos y de usar el turismo como vehículo de desarrollo, son los elementos más decisivos del proceso. Un camino andado con esfuerzo, que requiere de más alianzas y conciencia del desarrollo sostenible y competitivo para llevar a pleno aprovechamiento las fortalezas de la región: su patrimonio natural y cultural, así como la calidez de su pueblo.

El génesis de la integración regional y su organización.

A 201 años de la Independencia de Centroamérica de la Corona Española, la región se consolida como un territorio rico en cultura y naturaleza. Con más de 57 millones de habitantes, es la sexta economía de Latinoamérica. El camino hacia la integración centroamericana lleva casi 75 años de avanzar, en el que se han unido Belice, Panamá y República Dominicana.

Desde 1951, con la creación de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), hasta la firma del Protocolo de Tegucigalpa, que da vida al Sistema de la Integración Centroamericana, se ha ido fortaleciendo la gobernanza e institucionalidad, articulada en torno a cinco pilares: (i) seguridad democrática, (ii) cambio climático y gestión integral del riesgo, (iii) integración social, (iv) integración económica y (v) fortalecimiento institucional. Bajo estos pilares se coordinan las más de 35 secretarias e instituciones sectoriales, dentro de las cuales está la relativa a turismo.

Un importante aspecto acerca de esta gobernanza regional es la figura de los comités consultivos, los cuales tienen como propósito promover la participación de la sociedad civil, sector privado y oenegés, con el fin de que las necesidades e intereses de la población estén representados y sean garantes del cumplimiento del Protocolo de Tegucigalpa. Además, asesoran a las Secretarías de los subsistemas de integración y proponen recomendaciones para fortalecer la integración. A pesar de no ser vinculante sus propuestas, permite que los cuerpos políticos y técnicos tomen en consideración las voces de las fuerzas vivas de la región.

Respecto de la integración turística, el banderazo de salida lo dio el Convenio de Unificación de Proyecto de Normas Centroamericanas para el Fomento del Turismo en 1965, lo que permitió la creación del Consejo Centroamericano de Turismo (CCT) y de la Secretaría de Integración Turística Centroamericana. Otro hito importante fue la Declaración de Montelimar de 1996, en la que los jefes de Estado y de Gobierno declaran como prioritaria la actividad turística y de interés nacional y regional y se convierte en la primera hoja de ruta hacia la integración turística regional. En partes del texto de la Declaración se lee:

Una declaración visionaria que da un lugar preponderante a la participación del sector privado en el proceso de construcción del multidestino sostenible y competitivo que se aspiraba. Este reconocimiento se fue materializando en la definición de los cuerpos de gobierno de la región y de sus instituciones. Aunque al CCT no le asiste un Comité Consultivo, su estructura integra, como miembros con voz, a la Federación de Cámaras de Turismo de Centroamérica (Fedecatur), que se hacen representar por los presidentes de cada una de las cámaras nacionales. Adicionalmente, dentro de los comités de trabajo, como el de mercadeo y de calidad y sostenibilidad, los ejecutivos de las cámaras nacionales participan activamente, formando parte en los acuerdos que proponen como recomendaciones a los ministros y responsables de turismo. 

Por aparte, se crea la Agencia de Promoción Turística de Centroamérica (CATA, por sus siglas en inglés), cuyo directorio está conformado por los ministros y responsables de las carteras de turismo de los países, así como por los presidentes de las cámaras nacionales con plenos derechos. A este cuerpo se suman los miembros platino, categoría en la que estuvo por muchos años el Grupo Taca. 

Esta estructura regional se guía a través del Plan Estratégico de Desarrollo Turístico Sostenible 2021-2025 (PEDTS), el cual se organiza en cuatro pilares: (i) política e integración turística, (ii) promoción y mercadeo turístico, (iii) calidad y competitividad, y (iv) fortalecimiento institucional, coordinación y articulación público-privada. Actualmente, la región se encuentra en proceso de construcción de la Política Regional de Turismo (PRETUR), la cual tengo la fortuna de coordinar junto con un equipo consultor.

Este proceso de integración articulado desde los entes públicos ha hecho que el sector privado turístico también deba fortalecerse y formalizarse. Por ello, aunque ya existía informalmente la Fedecatur desde hace muchos años, no es sino hasta 2004 cuando se celebra la primera asamblea general donde se aprueban los estatutos de la federación, los cuales se depositan en la Secretaría General del SICA, lo que le da vida jurídica. En esta federación participaban los siete países del istmo, incluyendo a Belice y Panamá, y más recientemente se ha sumado República Dominicana. 

Por aparte, a finales de los 90 e inicios de los 2000, las asociaciones de turoperadores se organizaron en torno a la Federación Centroamericana de Turoperadores (Facot), entidad que junto con Fedecatur, viabilizaron la primera conformación de producto multidestino para el mercado europeo que CATA promovería en sus inicios. Desafortunadamente esta organización se diluyó, pero su rol continúo siendo asumido por la federación de cámaras. 

Seguidamente, con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y como resultado de un proyecto de apoyo a los pequeños hoteles de la región, se crea la Federación Centroamericana de Pequeños Hoteles (FECAPH), que impulsó decididamente la organización de las MIPYMES hoteleras de la región, así como la mejora en sus capacidades de competitividad y comercialización intrarregional. 

Una última instancia de la integración turística privada es la Cámara Trinacional de Turismo, que se organiza en el marco del proyecto de turismo del Plan Trifinio – órgano del SICA que impulsa proyectos de desarrollo para Guatemala, El Salvador y Honduras – y que une a la cadena de valor de turismo del triángulo norte de Centroamérica.

Lo que ha permitido la integración turística.

Hacer visible al turismo en las políticas y economías de los países ha sido un reto a nivel global, el cual persiste en mayor o menor grado, según el desarrollo de cada uno. A nivel regional, este reto ha sido doble, puesto que ha implicado hacerlo en el plano nacional y luego extrapolarlo al regional. Al respecto, puede indicarse que, a nivel político, esto ha derivado en 24 años en 33 mandatos o declaraciones, abordados en diez Reuniones de presidentes. También ha habido seis resoluciones o recomendaciones del Parlamento Centroamericano en 21 años y una resolución en 2003 del Foro de Presidentes de los Poderes Legislativos de Centroamérica. 

Además, las entidades de la integración turística han suscrito más de diez convenios de cooperación con entidades regionales y extrarregionales como la Organización Mundial de Turismo (OMT) y la Organización Internacional de Turismo Social (OITS).

Desde el punto de vista del desarrollo del turismo, SITCA y CATA han ejecutado varios proyectos con fondos de España, Japón, Taiwán y la Unión Europea. Esto ha permitido la creación del Sello Integrado Centroamericano de Calidad y Sostenibilidad (SICCS), la dotación y transferencia de tecnología para la georreferenciación de los atractivos turísticos, la creación de rutas regionales, el fortalecimiento de las estadísticas, su homologación y apoyo a la creación de las cuentas satélites de turismo, entre otros. 

En cuanto a la promoción y mercadeo, la región ha avanzado en la creación de una sólida plataforma a través de CATA, creando catálogos dirigidos al turismo intrarregional y al mercado europeo, haciendo estudios de los mejores prospectos para los productos de los ocho países. También ha consolidado sus herramientas de comercialización, como viajes de prensa y familiarización, seminarios de venta para mayoristas y el más grande encuentro con el trade y prensa especializada en la feria Centroamérica Travel Market (CATM), que combina pre y post tours con dos días de ruedas de negocios. 

Lo que falta por recorrer.

Como todo proceso, la integración turística, tanto vista desde el rol público como desde el privado, ha tenido sus altas y bajas, aciertos y desaciertos. Puedo decir sin temor a equivocarme que, a pesar de ello, ha sido un proceso que ha servido de ejemplo para madurar la gestión turística nacional y ha demostrado al resto de los sectores de la región, que el turismo es un sector, aunque vulnerable, sólido, resiliente y unido. Ha sabido ganarse espacios políticos en la integración, así como credibilidad en sus instituciones y con la cooperación internacional.

Sin embargo, los retos que aun enfrenta son:

Juan Pablo Nieto Cotera

Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.

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