Marco Antonio Abastoflor Portugal 

La planificación y el desarrollo turístico con enfoque biocultural. Torotoro (Bolivia)

Para entender mejor la importancia de la planificación integral con enfoque territorial, es necesario conocer, primero, la amplia evolución histórica del turismo, y segundo, los importantes impactos económicos, sociales, culturales y ambientales que genera, en el entendido que es una actividad que modifica inevitable y sustancialmente el territorio donde se desarrolla; y, por tanto, dependerá en gran medida de la aplicación práctica de una política de desarrollo turístico.

Bolivia y particularmente el municipio de Torotoro, con apoyo del Proyecto Biocultura y Cambio Climático de la Cooperación Suiza en Bolivia, mediante su socio ejecutor Tupiza Tours, y la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, han incursionado en la investigación apostando en el desarrollo de un nuevo enfoque de turismo desde una perspectiva endógena de lógica identitaria, sostenible y consciente: denominada, Turismo Biocultural.

Enfoque sustentado en la teoría de la integralidad holónica de Ken Wilber, y entendida brevemente como aquel turismo que pretende volver a facilitar la experiencia arquetípica del “Viaje”, en el contexto de la globalización, el cambio climático, el desarrollo y el Vivir Bien, y en el que el desplazamiento geográfico facilite un desplazamiento interior, de tipo iniciático, para encontrase a sí mismo en el rostro del Otro. Propone, pues, un diálogo de civilizaciones; un diálogo entre Occidente y la Indianidad la Biosfera, que signa este comienzo de milenio a nivel planetario. (Medina & Mérida, 2014).

Por tanto, el turismo biocultural no es un tipo o modalidad de turismo, es un enfoque que complementa de manera innegable y positiva los mecanismos de planificación y desarrollo turístico de Torotoro, y en consecuencia lo es también, para tratar los problemas relativos a ella. No pretende ser el único y principal modelo, es una forma más de ver las cosas, plasmar ideas y plantear soluciones, de forma integral y consciente.

Toda la evolución histórica, social y cultural del hombre, cada época y cada hito histórico suscitado a lo largo del tiempo, han provocado cambios sustanciales en la forma de concebir, ver y hacer turismo, logrando el desarrollo de diferentes criterios, tipos, corrientes y enfoques de este, lo que la hace una actividad verdaderamente flexible, diversa y compleja a la hora de estudiarla.

Desde los años 80, el turismo ha mantenido un crecimiento sostenido en ingresos y cantidad de viajeros internacionales hasta el 2019, superando la estimación de la tendencia a largo plazo realizada por la OMT; salvo algunos años, “flacos”. El 2020 fue la estrepitosa e inesperada caída de 1.2 billones en el número de turistas internacionales, es decir, un histórico decrecimiento de 98% a causa del COVID-19. Sin embargo, entre enero y marzo del 2022 el turismo internacional muestra un aumento interanual del 182% (Barometro OMT, 2022), demostrando, de esta forma, su verdadera resiliencia y flexibilidad ante los problemas mundiales y reafirmando, además, su gran importancia en la generación de ingresos económicos. 

A partir de los años 90, gracias a los diferentes congresos, eventos, conferencias, protocolos y agendas a nivel mundial sobre el “desarrollo sostenible”, el sector, decidió trabajar y repensar su accionar respecto a los criterios de “sostenibilidad”, generando nuevas alternativas de turismo más conscientes, lo que se llamaría: “Turismo Sostenible”. Un concepto que está en constante cambio y evolución desde su creación, y que, desde este modelo nacen diferentes enfoques, criterios y principios que nutren la actividad turística dependiendo el contexto territorial donde se desarrollen, buscando aprovechar los beneficios reales que deja la actividad.

En Bolivia, el panorama del turismo es algo similar al internacional, es decir, en los últimos años se vio un crecimiento agigantado de visitantes internacionales llegando el 2019 a 1.239.281 (INE - Bolivia, 2022), crecimiento que lamentablemente produjo un desarrollo con perspectivas tecnocráticas y reducidas al plano de crecimiento económico, creando desequilibrios e impactos negativos en el resto de las áreas social, cultural, ambiental y político-institucional. Sumado a esto, están los enfoques y metodologías utilizadas, muchas de ellas son únicamente copia superficial de modelos exógenos, no alineados a la verdadera necesidad y problemática local, cultural e identitaria del territorio. 

En esta búsqueda afanosa e incansable de contar con destinos sostenibles e integrales, son algunos destinos (muy pocos), los que han marcado la diferencia e incursionan en la investigación y creación de nuevos enfoques de turismo más sostenibles. Uno de ellos es el Municipio de Torotoro, territorio que cuenta con un Parque Nacional (PNTT), los cuales apostaron por un enfoque de turismo desde una perspectiva endógena de lógica identitaria, sostenible y consciente: denominada, Turismo Biocultural.

2. Realimentando los lineamientos de Turismo Biocultural 

El “Turismo Biocultural” (TB) se desarrolla en base al enfoque biocultural, planteado por el programa Biocultura (PNB) de la Cooperación Suiza en Bolivia, representaría una estrategia para cerrar las brechas, para volver a ligar la biosfera -la naturaleza, biodiversidad, ecosistemas, agroecología, crianza de la chacra, los animales, el agua, el bosque, la estepa, el clima…- a la cultura -la sociedad/comunidad misma que está compuesta de dos civilizaciones: la occidental y la amerindia- lo que implica volver a poner en valor el punto de vista cosmocéntrico de las sociedades no occidentales que vivieron y viven en el continuo naturaleza-sociedad. El Programa PNB, precisa y ciñe este enfoque al contexto boliviano como la búsqueda de la complementariedad del punto de vista aparentemente contradictorio, occidental: desarrollo, progreso y el punto de vista amerindio: Vivir Bien, homeostasis, equilibrio, respeto. Y para lograr el objetivo, desarrolla el concepto de Interfase de Sistemas a través del diálogo de saberes, tecnologías… que empieza por una revalorización del know how amerindio y lo pone en conversación con la ciencia y tecnología occidentales: el diálogo intercientífico (Medina & Mérida, 2014). 

Y con el socio ejecutor Tupiza Tours, mediante la implementación del proyecto “Revalorización y Desarrollo del Turismo Comunitario BioCultural de Tupiza” el 2011, se inició la construcción del enfoque particular de “Turismo Biocultural”. Pero no fue hasta el 2013, en la implementación del proyecto de Turismo Biocultural en Torotoro, donde verdaderamente el enfoque empezó a cobrar más relevancia. 

El constructor de este enfoque fue planteado mediante el Programa Nacional Biocultura, pero es también el genuino resultado de la fusión e interacción de ideas, pensamientos, experiencias, vivencias, diálogos, enseñanzas y aprendizajes de los diferentes actores públicos, privados, comunitarios, sociales, académicos, organismos no gubernamentales, investigadores y consultores de cada región donde se trabajó. 

En ese sentido, en base a la 1ra experiencia del proyecto en Tupiza, Mérida, Sánchez, Cardona y Soliz (2013), exponen los primeros acercamientos sobre “Turismo Biocultural”, refiriéndola como una nueva visión de concebir la gestión del turismo, más integral entre los ámbitos natural y el cultural, que pretende internalizar externalidades de impactos ambientales y culturales que genera la actividad turística (Mérida Coimbra, Sanchez Mitru, Cardona Garcés, & Solíz, 2013). También plantean algunos principios del enfoque. Todos ellos, evidentemente, aún conceptos en desarrollo.

Sin embargo, no fue hasta el 2015, donde Medina y Mérida profundizan la conceptualización y lineamientos de “Turismo Biocultural”, indicando que: “El turismo biocultural pretende volver a facilitar la experiencia arquetípica del Viaje, en el contexto de la globalización, el cambio climático, el desarrollo y el Vivir Bien: lo político, y en el que el desplazamiento geográfico facilite un desplazamiento interior, de tipo iniciático, para encontrase a sí mismo en el rostro del Otro. Propone, pues, un diálogo de civilizaciones; un diálogo entre Occidente y la Indianidad” (Medina & Mérida, 2014). Además, profundizan sobre los biotopos del Turismo biocultural, algunos estándares y herramientas del TB y roles de los actores territoriales.

A partir de estos importantes avances conceptuales, sumado a una interesante experiencia de campo y partiendo del entendido de que el viaje no solo contempla el moverse de un lugar a otro para conocer y entender la diversidad de personas y lugares, sino también, representa un viaje interno, un viaje para encontrarnos y entendernos a nosotros mismos, el Turismo Biocultural, representa:

Actividades de lógica endógena, identitaria, sostenible, integral y consciente que desarrollan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual durante un período de tiempo inferior a un año, donde se generan diálogos interculturales (Saber & Conocimiento), experiencias vivenciales, emociones y sentimientos auténticos, una convivencia consciente  y una coexistencia equilibrada entre anfitriones, visitantes y el medio ambiente, reflexionando,  entendiendo, cuidando y respetando de forma genuina nuestra esencia integral y la del otro, y por lo cual, prevalecen acciones para la conservación, preservación, rescate, revalorización, producción y reproducción de los valores bio-culturales del territorio pero también acciones para su administración, puesta en valor y consumo sostenible, desde una mirada integradora de lo biológico y cultural, la ciencia y consciencia, lo tangible e intangible, lo material y espiritual, lo objetivo y lo subjetivo, lo colectivo e individual y el yo con el otro, acciones que deben decantar en el crecimiento de la conciencia, convirtiéndose entonces en una importante alternativa de desarrollo integral y equilibrada entre lo económico, social, cultural, ambiental y espiritual.

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Mariana Sánchez Mitru 

Marco Antonio Abastoflor Portugal

Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.

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