Silvana Bonsignor

Los modales en vacaciones 

 Los modales en vacaciones 

Tener un tiempo de vacaciones para las personas representa días de relajación, lejos de sus ocupaciones laborales cotidianas y quitarse por un momento toda preocupación y responsabilidad profesional. Sin embargo, esto no debería ser la excusa perfecta para abandonar los buenos tratos y ciertas reglas de protocolo cuando se está en tiempo de ocio, los buenos modales no necesitan tomarse un descanso y volver recargados, deben estar presentes siempre y más aún si de compartir lugares como hoteles, aviones, destinos turísticos se trata.

La utilización de buenos modales, sin dudas, hará el efecto espejo en el otro y se logrará cierta empatía entre ambos creando así un clima armonioso y de respeto. Si el turista utiliza la amabilidad en sus consultas es casi seguro que las respuestas recibidas sean también en tono cortés. El insulto y la agresividad solo demostrarán la total falta de respeto y educación que tenga una persona y, que mala imagen dejará un turista sobre su país de origen asociando a todo un pueblo con su forma inadecuada de actuar.

Para evitar esa mala impresión y ser considerados buenos turistas a continuación ciertos modales que nunca se tomarán vacaciones.

El sistema de reservas de hoteles por parte del turista está facilitado por distintos buscadores que se especializan en mostrar diferentes opciones de hoteles y alojamientos detallando los servicios con los que cuentan. Esto permite al viajero ya tener organizado su viaje y evitar inconvenientes de antemano, ahora bien puede suceder que un turista arribe sin llamar previamente para chequear disponibilidad corriendo el riesgo de no encontrar habitaciones, riesgo que se toma, como ya se mencionó cuando no se planifica. Por favor, no se deberá ante estas situaciones faltar el respeto ni tener actitudes agresivas ante una respuesta negativa de parte del personal hotelero, ya que muchas veces se escuchan reclamos de “para que tienen un hotel sin habitaciones disponibles” No se debe comprometer a los empleados del lugar ofreciendo algún tipo de incentivos extras para lograr una respuesta diferente. El personal de recepción respeta reglas y brinda un trato igualitario a todos los clientes.

Por lo tanto repasemos los tres pilares básicos para un buen trato que son la cortesía, el respeto y la amabilidad. Un turista que es bien atendido en un hotel probablemente hablará del buen trato recibido con sus allegados y de esta manera le brindará una buena imagen al hotel. Y recíprocamente el personal del hotel deberá ser tratado con amabilidad, más allá que su trabajo es brindar un servicio éstos no están al servicio de las personas para consentir caprichos ni reclamos fuera de sus tareas específicas.

Un turista comienza bien predispuesto cuando es recibido con una cálida bienvenida, siendo cortés y sonriendo. Estos simples gestos se logran con capacitaciones en buenos modales para cuidar que el personal de recepción esté preparado tanto en materia de educación como en apariencia personal, desde que arribe un huésped hasta el fin de su estadía. El hecho mismo de abrir la puerta de entrada principal, ofrecer ayuda con el equipaje y no tener demoras en la realización del check in logrará un impacto positivo en cada huésped.

El decoro en la forma de vestir en momentos de vacaciones será siempre importante, la imagen personal deberá ser siempre la misma en un trabajo como en un destino turístico. Por supuesto, no se deberá llevar trajes formales pero sí atuendos que muestre respeto a los lugares que se visiten o deban compartirse con otras personas. Todo turista sabe que al ingresar en templos deberá cumplir con ciertos protocolos como por ejemplo los caballeros no tener el torso desnudo, las mujeres evitar llamar demasiado la atención, en viajes que se comparten medios de transporte como buses o aviones y donde los espacios son reducidos evitar quitarse los zapatos o usar fragancias fuertes que puedan molestar o provocar algún tipo de reacción a quien esté a nuestro lado o cercano. Cada lugar o país tiene un código de vestimenta que si bien no estamos obligados como turistas a llevar puesto sí debemos respetar.

El lenguaje corporal es otro aspecto que el turista debe cuidar, no se deberá realizar ningún gesto que demuestre falta de respeto como introducir un dedo en la nariz u oreja, rascarse partes del cuerpo y no invadir físicamente distancias personales que puedan intimidar o provocar una amenaza a quien tengamos en frente. A su vez, y dentro del lenguaje gestual está el de no demostrar rechazo de manera exagerada a comidas y bebidas típicas, si bien es correcto no querer probar, tener en cuenta que la gastronomía es un pilar importante de cualquier cultura y se debe evitar malos gestos ante las personas que están ofreciéndole con su mayor atención y dedicación, solo intentar dar una explicación cortés de porque no se probará.

No menos importante es remarcar la puntualidad cuando de viajes en excursiones o contingentes se hayan contratado. Todo turista debe respetar los horarios pautados para realizar excursiones, recorridos previamente establecidos y, por favor no exigir algo que no se encuentre en el itinerario que pueda ocasionar demoras.

La impaciencia no es un buen hábito y menos cuando se está de vacaciones, si el lugar elegido para descansar es extremadamente concurrido es normal que muchas personas se encuentren tomando fotografías o tomándose un tiempo para admirarlo, por lo tanto, tomar ciertos recaudos si estas situaciones les incomodan como por ejemplo realizar la visita más temprano o con cupos de reserva. Y tener siempre presente que la prioridad en el andar será de los habitantes del lugar, porque ellos están llevando adelante su vida cotidiana, sus labores, por lo tanto, no cruzarse intempestivamente en su camino o detenerse a revisar un mapa o encontrar ubicaciones interrumpiendo el paso de los demás.

El turista debe ser responsable en el cuidado del medio ambiente tanto en su país de origen como los que visita, no hay excepciones posibles. Por ende, no dejar residuos en la calle, en parques o transporte público. Si no se encuentra un cesto de basura, simplemente guardar el residuo hasta llegar al hotel o apenas pueda visualizarse el próximo recipiente. Lo mismo aplica para lugares de uso común público como baños, donde la higiene del mismo debe ser primordial. Y mucha atención con aquellos que son de espacios reducidos como los de buses o aviones de que todo quede en su lugar. Demás está decir que queda totalmente prohibido orinar en parques, piscinas y en el mar.

El hecho de que se esté relajado y fuera de su hogar no habilita a desperdiciar agua y energía. Tener la precaución de no dejar la tarjeta de luz activa en la habilitación cuando se sale o dejar los grifos abiertos por largo rato mientras se toma una ducha o cepillan los dientes. Recordar que existen muchos lugares turísticos donde los recursos naturales son escasos y en ocasiones controlados.

Los álbumes de fotografías que todo viajero realizaba luego del regreso de sus vacaciones fueron reemplazados por historias y reels en las redes sociales y la influencia de lograr una imagen súper creativa puede afectar el comportamiento en los turistas, por lo tanto siempre se deberá ser prudente respetando la señalética de los lugares, no tomar fotografías en lugares prohibidos, no invadir espacios como parques y, más aún ser prudente para no correr ningún tipo riesgo físico, ya que muchas son las historias de turistas que por buscar unas selfies espectaculares han atentado contra sus vidas. Sin dudas se podrá admirar mucho más los lugares si no se dedica tanto tiempo a capturar imágenes.

El turismo con mascotas es una de las grandes tendencias desde hace pocos años como dato destacado en América Latina, México encabeza el liderazgo en esta categorización del turismo. Ser un turista responsable con mascotas implicará respetar normas de sanidad y certificaciones veterinarias que cada lugar de destino exija. Para evitar inconvenientes antes de planificar el viaje consultar si en el hotel donde se alojará permiten mascotas, de qué tamaño y sobretodo no olvidar que será su compañía siempre, evitar dejarlos encerrados solos mientras se toman paseos

Una armoniosa convivencia, así sea en días de relajación, requerirá como siempre educación, tolerancia, discreción, lograr empatía con el entorno, saber cómo desempeñarse adecuadamente, vestirse de forma prolija y adecuada y nunca olvidar el sentido común ante cualquier situación que se deba interactuar aunque muchas veces es el menos común de los sentidos.

Otra forma de demostrar buenos modales es contribuir con la economía local, los lugares turísticos se sostienen con esta industria, por lo tanto comer en restaurantes que utilicen productos autóctonos de la zona, como buscar souveniers típicos del lugar como pueden ser artesanías locales.

Los viajes de descanso son ocasiones en las que hay que interactuar con otras personas, y si el país o ciudad de destino elegido tiene costumbres diferentes aún más se deberá prestar atención a las reglas de cortesía. Recuerden ser turistas no significa que se conviertan en habitantes de ese lugar pero sí en personas educadas que respetan tradiciones y costumbres diferentes a las propias, aun así no se las comparta.

Autora: Silvana Bonsignor

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Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.

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