Sonia García Fraile

Turismo y accesibilidad

Empecemos diciendo qué es el turismo para todas las personas. El turismo es accesible cuando todas las personas independientemente de sus circunstancias pueden viajar y realizar actividades de ocio de manera independiente y en igualdad de condiciones que el resto de los viajeros.

El derecho al ocio, a viajar, al turismo… está reconocido en la Convención de Derechos de Personas con discapacidad. El objetivo que perseguir es conseguir que este derecho sea una realidad para todas las personas.

El turismo es considerado como motor de las economías de multitud de países, regiones, ciudades, destinos, etc. La pandemia que comenzó en 2020 ha supuesto el cierre o la paralización de muchos negocios turísticos. Y con ello, un grave escollo en las economías de países emergentes, que han visto como una fuente importante de ingresos desaparecía.

Qué ocurre en un momento como este en el que se produce la vuelta al turismo, por la disminución de restricciones, apertura de fronteras, etc. Es una oportunidad que debe ser aprovechada. Se puede producir una competencia feroz entre los stakeholders por conseguir cuota de mercado que había dejado de estar atendida.

La clave está en de hacer las cosas bien. Si el paradigma actual es que se cumplan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, esto implica que el nuevo turismo ha de ser sostenible e inclusivo. Será un turismo que tenga en cuenta a las personas y los entornos que les rodean y se conseguirá la inclusión e igualdad de oportunidades para los turistas. Se alcanzará cuando se tome en cuenta el diseño universal desde el principio, donde se reducirán los costes, porque no serán necesarias adaptaciones posteriores. 

Como hemos dicho, se hace necesario que, en los nuevos productos y servicios, en la oferta turística, no se deje a nadie atrás, que todas las personas puedan disfrutar de ellos. Es decir, que se incluya el diseño universal en las estrategias de los negocios turísticos. Cuando se hace necesario rediseñar o relanzar o comenzar un producto, programa o servicio turístico, se ha de pensar en que es una oportunidad de hacer las cosas bien. Una vez tenida en cuenta la accesibilidad desde el principio, no va a necesitar adaptaciones posteriores. En este nuevo escenario todas las personas podrán disfrutar del turismo independientemente de sus necesidades. 

Las administraciones públicas, los gobiernos, han de garantizar que la oferta de entornos y servicios turísticos sean accesibles. Será necesaria su implicación y han de trabajar para conseguir este fin. Deben actuar junto con los destinos, han de planificar, han de escuchar a todos los actores implicados (empresarios, usuarios, etc..), tener en cuenta la accesibilidad, desarrollar leyes y normas, vigilar su cumplimiento, sancionar y premiar, formar y formarse en atención a personas con discapacidad. Las Administraciones Públicas a la hora de realizar cualquiera de estas acciones, junto con los gestores de destinos turísticos han de tener una visión holística de toda la cadena de accesibilidad, y por ello ha de escuchar a todos los actores implicados. 

Pero no se trata sólo de derechos. En el caso de los empresarios, aunque tengan presente la responsabilidad social y el cumplimiento con los ODS, y quieran contribuir al bien común, deben cambiar su mentalidad y considerar el turismo accesible como una oportunidad de negocio. Esto se puede observar en dos vertientes.

Por un lado, los empresarios que consideren la accesibilidad como un elemento clave en su manera de trabajar, como parte de sus estrategias de negocio, van a conseguir diferenciarse del resto. Van a ofrecer productos turísticos de calidad. Los cuales no sólo van a beneficiar a los turistas con discapacidad, sino a todos. La accesibilidad no implica fealdad, todo lo contrario. En aquellos lugares donde la accesibilidad no es percibida es allí donde está bien implementada. Serán productos y servicios cómodos para todas las personas, pero también bellos. 

Por otro lado, esos productos y servicios turísticos accesibles serán de calidad que fidelizarán a todos sus clientes y además van a atraer hacia ellos una cuota de mercado desatendida. Acudirán a sus negocios personas que antes no iban, simplemente porque no podían hacerlo.

Esta diferenciación implicará la mejora en sus negocios y aumentar sus beneficios por ser capaces de atender a una población que antes no podía ser tomada en cuenta. 

Si hablamos del turismo, todos tenemos claro que ya no se trata sólo de que la estancia en un lugar concreto sea accesible. Lo que se busca es que la experiencia global sea satisfactoria, es decir, que la cadena de valor del turismo no sufra desperfectos en ninguno de los eslabones que la forman. Es decir, desde que el turista piensa el viaje, lo contrata, viaja, llega al lugar de destino, se aloja, realiza actividades de ocio (restaurantes, cines, centros comerciales, paseos en bici, etc.) y finalmente regresa a su casa.

Esto supone por ejemplo que las páginas web donde se busca información sean accesibles, que cualquiera de los establecimientos que visite, tengan personal formado en atención a personas con discapacidad, que todas las personas puedan deambular entre los distintos espacios sin ningún problema, y sepan dónde ir porque ven y entienden la señalización, y un largo etcétera.  

La recientemente publicada Norma ISO 21902 de turismo accesible, va a facilitar los requisitos y requerimientos para que cualquier agente turístico sepa cómo hacer su negocio o servicio accesible independientemente del lugar donde se encuentre. 

El camino hacia un turismo accesible necesita que todos los agentes se impliquen e incluyan la accesibilidad en sus planes o estrategias de negocio. 

Puede parecer un reto, pero no se debe sentir aprensión. Informarse, aprender, hacerse acompañar de entidades con experiencia, hará que el turismo accesible sea una realidad y que los beneficiarios del mismo no sólo sean las personas con discapacidad, sino todas las personas, turistas y las personas que vivan en el destino.

Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.

Este sitio utiliza cookies de Google para ofrecer sus servicios y analizar el tráfico. La información sobre su uso de este sitio se comparte con Google. Al utilizar este sitio, usted acepta el uso de cookies.