Entrevista con Michele Zavoli
Travelware
Entrevista con Michele Zavoli
Travelware
Michele Zavoli
CEO y fundador de Travelware
Michele Zavoli es CEO y Co-Fundador de Travelware SRL SB, una startup innovadora y Empresa de Beneficio que está redefiniendo el “sistema operativo” de los destinos turísticos. Su trayectoria profesional se basa en más de 15 años de experiencia de trabajo de campo con Humana Skala, donde dirigió proyectos de cooperación y desarrollo de turismo sostenible en África, con un enfoque específico en Cabo Verde y Mozambique.
Durante esos años, descubrió una paradoja: la transformación extraordinaria es posible con recursos mínimos, pero solo cuando las comunidades se convierten en las arquitectas de su propio cambio. Organizó eventos de cinco mil personas que unían a turistas y residentes locales en torno a un propósito compartido. Movilizó a fotógrafos y organizaciones locales para crear, de forma colaborativa, contenido promocional. Transformó las limpiezas de playa de los domingos en celebraciones —con DJs, música y comida— que recogían toneladas de residuos plásticos mientras fortalecían el orgullo comunitario. Llevó a médicos europeos jubilados y a sus familias para reforzar centros de salud locales, convirtiendo misiones médicas en experiencias turísticas en las que las familias visitantes vacacionaban a la vez que aportaban sus capacidades. De forma incremental, contribuyó a la puesta en marcha de un centro quirúrgico operativo a partir de este modelo de intercambio recíproco.
Sin embargo, se dio cuenta de que estos logros, por muy significativos que fueran, no podían escalar únicamente mediante su simple réplica. Las buenas prácticas permanecen aisladas si no existe una infraestructura que oriente a las comunidades hacia la resolución de sus propios problemas, las una bajo objetivos comunes y las active como protagonistas, en lugar de beneficiarias. Esta comprensión —que las comunidades necesitan tanto visión como herramientas— lo llevó a fundar Travelware, combinando su profundo conocimiento de las dinámicas territoriales con tecnologías avanzadas de Web3 e IA para crear soluciones escalables de gobernanza descentralizada que transforman iniciativas aisladas en ecosistemas sostenibles liderados por la comunidad.
En un sector turístico marcado por la fragmentación y los desafíos de coordinación, ¿cómo definiría el principal obstáculo que Travelware busca resolver, y de qué manera su experiencia internacional le ayudó a identificar la urgencia de repensar la gestión de destinos mediante nuevas lógicas colaborativas y regenerativas?
El principal obstáculo es el fallo de coordinación a gran escala. Nuestros datos muestran que, más allá de 50 actores implicados, la gobernanza turística tradicional colapsa: la comunicación se vuelve caótica y la información se fragmenta y deja de ser fiable.
Mi experiencia internacional con Humana Skala me mostró que no se trata solo de un problema técnico, sino sistémico. He visto cómo destinos perdían oportunidades enormes por no ser capaces de alinear los intereses de operadores locales, instituciones y residentes. La urgencia de adoptar una lógica regenerativa surge de la constatación de que los modelos actuales son extractivos porque excluyen a la base de la pirámide de los procesos de toma de decisiones; necesitábamos una herramienta capaz de transformar esa fragmentación en inteligencia colectiva.
Ha trabajado en África y Europa, observando cómo los actores del turismo operan en compartimentos estancos. ¿Qué aprendizajes de esos contextos fueron decisivos para diseñar infraestructuras capaces de superar los fallos de coordinación y fortalecer procesos de gobernanza territorial descentralizada basados en la inteligencia colectiva?
Trabajando en contextos como Cabo Verde o zonas rurales de Mozambique, la lección decisiva fue que la tecnología debe adaptarse a las personas, y no al revés. Aprendí que, para romper los “silos”, se necesita algo más que un software de gestión: es esencial una infraestructura que genere confianza. Observé que las comunidades ya poseen información vital sobre sus territorios, pero carecen de canales para transmitirla. Travelware se diseñó a partir de esta lección: utilizar la IA para eliminar barreras técnicas y permitir que cualquiera, desde el artesano local hasta el funcionario público, pueda contribuir con insumos sencillos (incluso mensajes de voz) a una estrategia común, creando un “Puente de Datos” unificado.
Travelware se presenta como una Benefit Corporation que adopta tecnologías Web3. ¿Qué ventajas concretas ofrece la descentralización —en términos de transparencia, toma de decisiones y redistribución del poder— para transformar la manera en que las comunidades gestionan sus propios ecosistemas turísticos?
La descentralización de Travelware, a través de blockchain y de la Travelhive DAO, genera tres ventajas concretas.
En primer lugar, transparencia: cada transacción y asignación de fondos queda registrada de forma inmutable y visible para todos los actores, eliminando la opacidad que permite que los beneficios del turismo se filtren fuera de las comunidades.
En segundo lugar, toma de decisiones distribuida: los NFT Memberships y los Soulbound Tokens permiten que miembros verificados de la comunidad propongan y voten iniciativas basadas en el mérito y no únicamente en el capital, trasladando el poder desde sedes corporativas distantes hacia la experiencia vivida en el territorio.
En tercer lugar, una redistribución estructural del poder: los smart contracts devuelven automáticamente el 50% de los ingresos turísticos a las comunidades, no como un gesto filantrópico, sino como un derecho garantizado por código. En nuestros tres destinos piloto —Boa Vista, Sal (Cabo Verde) y Mossuril (Mozambique)— este modelo ya está en operación. Cuando Travelware se lance en 2026, las comunidades controlarán su propio desarrollo a través de la DAO, proponiendo y votando nuevos proyectos. Esto genera un círculo virtuoso en el que todos los actores del ecosistema —desde operadores locales hasta socios institucionales— se alinean con objetivos regenerativos, transformando lo que antes eran cadenas de suministro extractivas en redes colaborativas donde la rentabilidad y el bienestar comunitario se refuerzan mutuamente. El turismo se convierte así en un ecosistema regenerativo gestionado por quienes lo habitan.
En su propuesta destaca la importancia de que las comunidades recuperen la capacidad de decisión sobre sus recursos turísticos. ¿Cómo se traduce esto en herramientas prácticas dentro de la plataforma y qué cambios prevé una vez que distintos actores puedan colaborar sin intermediarios ni estructuras jerárquicas tradicionales?
La capacidad de agencia comunitaria se materializa en dos herramientas integradas: Travelhive, una plataforma de gobernanza basada en una DAO donde las comunidades proponen iniciativas y votan prioridades mediante interfaces de IA por voz en lenguas locales; y Travelogue, un mercado en el que las comunidades unificadas negocian directamente con socios B2B y B2B2C (turoperadores, agencias, plataformas) desde una posición de fuerza colectiva. No buscamos eliminar intermediarios, sino fortalecer a operadores locales fragmentados para que hablen con una sola voz, permitiéndoles exigir comisiones transparentes y un reparto equitativo de beneficios, en lugar de aceptar la extracción del 25–30% típica de las OTAs tradicionales.
Cuando las comunidades colaboran mediante una gobernanza unificada sin intermediarios jerárquicos, emergen tres cambios estructurales: empoderamiento económico—las comunidades de Boa Vista, Sal y Mossuril ya negocian mejores condiciones y reinvierten el 50% en proyectos locales y premios para sus miembros; soberanía de datos—las comunidades controlan su narrativa y sus datos turísticos en lugar de que plataformas externas los exploten; y autonomía estratégica—la DAO permite elegir socios, definir mercados objetivo y diseñar la identidad del destino, transformando a los territorios de proveedores pasivos en arquitectos activos de su futuro turístico.
Muchos destinos persiguen la sostenibilidad, pero usted habla de regeneración. ¿Qué diferencia fundamental observa entre estos dos enfoques y cómo permiten los sistemas desarrollados por Travelware que el turismo no solo minimice impactos, sino que fortalezca activamente los tejidos sociales, económicos y ambientales locales?
La sostenibilidad busca “no hacer daño” (net zero), manteniendo el statu quo. La regeneración aspira a dejar el lugar mejor de lo que se encontró (net positive). Travelware convierte este enfoque en un proceso sistémico a través de su modelo empresarial: la mitad de las comisiones del marketplace (B2B y B2B2C) se reinvierte automáticamente en proyectos comunitarios votados por la DAO. No nos limitamos a medir el impacto, sino que proporcionamos el “combustible” financiero continuo para regenerar el tejido social y económico, transformando el turismo en un motor activo de desarrollo para la comunidad anfitriona.
Según las tendencias de 2025, el 66% de los viajeros quiere dejar los destinos mejor de como los encontraron. ¿Cómo puede convertirse esta motivación en una fuerza estructural dentro de modelos regenerativos basados en datos, gobernanza distribuida y participación comunitaria continua?
Hoy esta motivación se enfrenta a la ausencia de canales fiables. Nosotros la convertimos en un mecanismo estructural transformando al viajero en un actor activo del ecosistema. A través de nuestra plataforma, el viajero no solo reserva, sino que puede ver con precisión cómo su gasto contribuye a proyectos locales gracias a la trazabilidad blockchain. Puede recibir recompensas (tokens/NFTs) por comportamientos virtuosos y participar en encuestas sobre la calidad del destino. De este modo, su deseo de “hacer el bien” se canaliza hacia flujos económicos e informacionales que alimentan directamente la gobernanza local.
Uno de los desafíos históricos de la gestión turística es la falta de información compartida y la lentitud en los procesos de coordinación. ¿Qué innovaciones introduce Travelware para permitir la colaboración en tiempo real y decisiones más ágiles entre emprendedores locales, instituciones públicas y operadores turísticos?
La innovación clave es el “cognitive offloading” mediante IA. La coordinación suele ser lenta porque el análisis de datos es complejo. Nuestra IA recopila insumos no estructurados (mensajes de voz, textos, fotografías) provenientes de la comunidad, los verifica, los categoriza y los mapea en tiempo real en paneles de decisión (por ejemplo, análisis SWOT dinámicos). Esto permite que instituciones y emprendedores comprendan lo que ocurre ahora —no meses atrás— y tomen decisiones ágiles basadas en datos “limpios” validados desde la base, superando así la lentitud burocrática tradicional.
La gobernanza descentralizada suele generar dudas entre organizaciones habituadas a modelos jerárquicos. ¿Qué argumentos utiliza para demostrar que los sistemas distribuidos pueden mejorar la eficiencia, la transparencia y los resultados colectivos frente a los enfoques tradicionales de planificación turística?
Nuestro sistema no destruye las jerarquías; las hace transparentes e interoperables. Mediante una arquitectura DAO flexible y fractal, con sistemas de cuentas de nueva generación que integran verificación de identidad para personas y empresas (cumplimiento KYC/KYB), monederos blockchain y una interfaz que mantiene la usabilidad de una red social, replicamos las estructuras de gobernanza existentes y las digitalizamos en cadena sin desmantelarlas.
En un destino pueden coexistir múltiples DAOs anidadas (por ejemplo, la DAO de un parque natural bajo la DAO del destino), mientras que organizaciones nacionales como la Accademia Italiana della Cucina o entidades ambientales pueden operar sus jerarquías verticales dentro del mismo sistema, emitiendo certificaciones transparentes y registradas en blockchain. Esta arquitectura unificada aporta una precisión de datos inédita: un restaurante certificado por la Academia, avalado por organizaciones ambientales y votado por la comunidad aparece con credibilidad verificable y multisectorial en un único registro —sin silos ni duplicaciones.
Ciudadanos y microemprendedores pueden participar simultáneamente en varios niveles de gobernanza, obteniendo poder de voto ponderado por reputación, sin necesidad de derribar jerarquías. La eficiencia mejora de forma drástica: los smart contracts automatizan aprobaciones rutinarias, los actores ven en tiempo real la lógica de las decisiones y los cuellos de botella desaparecen. Cuando las organizaciones comprueban que su autoridad gana visibilidad global mediante la verificación on-chain sin perder su poder legal, el escepticismo se convierte en adopción.
Su trabajo enfatiza la inteligencia colectiva como motor de transformación. ¿Cómo se estructura este proceso en Travelware y qué mecanismos garantizan que las voces de los actores más pequeños —comunidades locales, microempresas o iniciativas ciudadanas— tengan un peso real en la toma de decisiones?
En Travelware, la inteligencia colectiva se estructura mediante procesos certificados de Propuesta, Votación y Ejecución. Para garantizar peso a los actores pequeños utilizamos mecanismos meritocráticos —no meramente plutocráticos—: el poder de voto depende no solo del capital, sino también de la reputación obtenida por aportar datos válidos o servicios de calidad a la plataforma. Además, la interfaz por voz elimina barreras de entrada, permitiendo que personas con baja alfabetización digital o recursos tecnológicos limitados presenten propuestas que, una vez validadas por la IA y la comunidad, tienen la misma dignidad formal que las de los grandes actores.
La tecnología puede ser un habilitador extraordinario, pero también un riesgo cuando las comunidades no se sienten preparadas. ¿Qué estrategias implementa Travelware para garantizar procesos de adopción tecnológica inclusivos que minimicen las brechas digitales y fortalezcan de forma sostenible las capacidades locales?
Nuestra estrategia de inclusión se basa en una interfaz de red social y en insumos ascendentes por voz. Trabajando en África comprendí que la alfabetización digital es la barrera principal. Por ello, Travelhive permite que los usuarios interactúen hablando en su lengua materna. La IA actúa como mediadora, traduciendo y digitalizando esos insumos. Además, implementamos programas de formación en terreno (como hicimos en Humana Skala) junto con asociaciones locales que actúan como “facilitadores digitales”. La tecnología blockchain permanece “debajo del capó”; el usuario final interactúa con una interfaz simple y humana, reduciendo al mínimo la brecha digital.
En destinos donde existe desconfianza entre los actores, ¿cómo contribuye la infraestructura basada en blockchain a crear sistemas verificables que reduzcan conflictos, garanticen trazabilidad y fomenten un mayor compromiso de quienes participan en la construcción de proyectos regenerativos conjuntos?
Blockchain actúa como una “máquina de la verdad” imparcial. En contextos de desconfianza, el problema suele ser “¿quién controla al controlador?”. Con nuestra infraestructura con permisos, pero transparente, las reglas están escritas en código. Si se asignan fondos a un proyecto regenerativo, todos pueden verificar que dichos fondos fueron asignados y gastados tal como se prometió. Esta certeza matemática reduce conflictos basados en la sospecha e incentiva la participación: los actores se comprometen cuando saben que el sistema es justo y que su contribución no puede ser eliminada ni ignorada de forma arbitraria.
El concepto de proyectos regenerativos a escala implica coordinación, datos fiables y mecanismos de gobernanza eficientes. ¿Cómo articula Travelware estos tres elementos para transformar iniciativas aisladas en sistemas colaborativos capaces de generar impactos medibles a largo plazo?
Travelware integra estos tres elementos en un ciclo virtuoso.
Datos fiables: proceden de las comunidades, que aportan información no estructurada (mensajes de voz, fotos, observaciones) a través de las interfaces de IA de Travelhive en lenguas locales. El Travelware Oracle verifica y estructura estos datos en mapas unificados de activos y oportunidades basados en información real del territorio.
Coordinación: fluye de paneles de control en tiempo real y de la toma de decisiones basada en la DAO, donde los actores se alinean en prioridades de manera transparente y colectiva, eliminando la lentitud burocrática.
Gobernanza eficiente: cierra el ciclo. El 50% de los ingresos del marketplace Travelogue se reinvierte automáticamente mediante smart contracts en proyectos regenerativos votados por la comunidad (guarderías, preservación cultural, iniciativas sociales), todo ello trazado en blockchain. Ya hemos demostrado que este sistema funciona en los pilotos africanos: en Boa Vista, estos fondos están financiando una guardería que atiende a más de 30 niños, muchos con padres empleados en el sector turístico que nunca habían visto retornar beneficios directos a su comunidad.
El impacto medible a largo plazo surge porque cada elemento refuerza a los demás, creando una resiliencia autosostenida en la que las comunidades mejoran continuamente su capacidad para gestionar su propio desarrollo.
El cambio hacia modelos turísticos más éticos y participativos crece rápidamente. ¿Qué papel considera que desempeñarán en los próximos años las startups de impacto como Travelware, y cómo pueden ayudar a redefinir los estándares internacionales de sostenibilidad, innovación y corresponsabilidad comunitaria?
Startups como Travelware actúan como pioneras y constructoras de puentes. Las grandes instituciones avanzan despacio; nosotros podemos demostrar con rapidez que un modelo donde el beneficio está subordinado al bienestar comunitario no solo es ético, sino económicamente superior. Redefinimos estándares introduciendo métricas como el “Retorno Comunitario de la Inversión” junto al ROI financiero. Al operar como un “Puente de Datos” entre comunidades locales y grandes actores del turismo (OTAs), imponemos un estándar de calidad y veracidad de datos que obligará al sector entero a avanzar hacia una mayor responsabilidad y autenticidad.
Finalmente, ¿cómo imagina el futuro de los destinos que adoptan plenamente la regeneración y los modelos de gobernanza descentralizada? ¿Qué cambios culturales, económicos y sociales prevé cuando la colaboración fluye sin fricciones y la comunidad se convierte realmente en el corazón de la planificación turística?
Imagino destinos “vivos”, donde los residentes no soportan el turismo, sino que lo diseñan.
Culturalmente, veo un renacimiento del orgullo identitario, porque la narrativa del territorio está en manos de quienes lo habitan.
Económicamente, imagino una prosperidad distribuida, en la que la riqueza no se extrae sino que circula localmente, generando resiliencia frente a crisis globales.
Socialmente, veo comunidades más cohesionadas, donde la colaboración reemplaza a la fragmentación y la competencia interna.
Un nuevo modelo de conexión global: el turismo evolucionará de una industria transaccional a un puente entre dos tipos de comunidades: las comunidades arraigadas en los territorios —custodias de la tierra, la cultura y el patrimonio— y las comunidades internacionales unidas por intereses, valores y aspiraciones compartidas.
Un viajero apasionado por la conservación marina no se conectará únicamente con las playas de un destino, sino con los guardianes locales de los ecosistemas costeros y con una red global de defensores del océano. Un entusiasta de la gastronomía se vinculará con productores artesanales, portadores de conocimientos tradicionales y chefs internacionales que persiguen la misma visión de sistemas alimentarios auténticos y regenerativos. Estas conexiones se verifican y se profundizan a través de nuestra plataforma, generando intercambios significativos que trascienden las transacciones turísticas típicas.
Cuando la comunidad se convierte en el corazón de la planificación, el turismo deja de ser una industria de consumo para transformarse en una herramienta de diplomacia cultural y desarrollo humano: un diálogo vivo entre quienes pertenecen a un lugar y quienes eligen cuidarlo.
Este es el futuro que estamos construyendo, comenzando en Europa y África.
Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.
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