Sin embargo, la recuperación no ha sido fácil. Al principio, la variante Omicron, muy virulenta, causó una gran preocupación y la reimposición de las restricciones de viaje a principios de año. Otro factor que frenó la recuperación fue la escasez de personal, que provocó escenas caóticas en los aeropuertos antes del inicio de la temporada de verano.
Aunque la guerra de Rusia con Ucrania afectó masivamente a los viajes hacia y desde Rusia, ya que numerosos países impusieron prohibiciones a los vuelos directos, no ha provocado que los viajes de larga distancia a Europa disminuyan tanto como cabía esperar antes de la pandemia.
Los viajes al sur de Europa, especialmente a Grecia, que ha bajado un 12%, a Portugal, que ha bajado un 16%, y a Turquía, que ha bajado, y a Islandia, que ha bajado un 14%, han resistido bien. Sin embargo, ForwardKeys espera que las consecuencias de segundo orden de la guerra, como el aumento de los precios del combustible y la inflación, tengan un efecto retardador en la recuperación de los viajes.
La región de Asia-Pacífico, que se ha caracterizado por el endurecimiento de las restricciones a los viajes, sobre todo en China, con su política de "covacha cero", ha empezado por fin a recuperarse. Allí, la gente que viaja para visitar a amigos y familiares ha sido el motor, con Pakistán y Bangladesh sólo un 5% y un 8% por debajo de los niveles de 2019. Los viajes de ocio a las Maldivas, con un descenso del 7%, y a Fiyi, con un 22%, ambos paraísos insulares tropicales, también han resistido bien.
La demanda de los consumidores de vacaciones en la playa ha liderado la reactivación, mientras que los viajes de negocios y el turismo urbano se han retrasado hasta el comienzo del otoño. También ha habido una tendencia a viajar en cabinas premium, en parte impulsada por el llamado "viaje de venganza", que ha hecho que los consumidores gasten más en servicios de viaje de valor añadido. Este síndrome, sumado al aumento del coste del combustible, ha impulsado un fuerte incremento de las tarifas.
Entre las principales ciudades de destino, la que mejor se comporta es Antalya, la mayor ciudad de la riviera turca, que ha recibido un 66% más de visitantes que en el periodo equivalente de 2019. Le siguen San José Cabo (MX), un 21% más, Puerto Vallarta (MX), un 13% más, Punta Cana (DO), un 12% más, San Salvador (SV), un 10% más, Cancún (MX), un 9% más, Lahore (PK), un 4% más, Aruba (AW), un 3% más, Montego Bay (JM), plano, e Islamabad (PK), un 1% menos.
Los extraordinarios resultados de Antalya se vieron favorecidos por algunos factores, entre los que destacan la debilidad de la lira turca y la política del gobierno turco de mantenerse relativamente abierto al turismo durante la pandemia y seguir acogiendo a los visitantes rusos.