Un reciente estudio de la WTM reveló que uno de cada cinco encuestados había decidido "rebajar" sus gastos alojándose en hoteles más baratos y volando con aerolíneas de bajo coste. Con las facturas más altas que nunca y la recesión que se avecina, no es de extrañar que la gente busque sacar el máximo partido a su dinero cuando reserva una escapada.
¿Y a qué lujos están más dispuestos a renunciar los turistas para reducir costes? Según los datos de la WTM, casi el 40% de la gente sacrificaría los hoteles de 5*, el 33% renunciaría a más espacio para las piernas y el 32% se desharía de la franquicia de equipaje.
Sin embargo, hay algunas cosas que somos más reacios a sacrificar. El buen tiempo garantizado y una ubicación cercana a los principales lugares de interés siguen siendo cosas que la gente quiere mantener como parte de su descanso anual.
Ante un coste de la vida cada vez más elevado, parece insólito que la gente siga dando prioridad a las vacaciones, ¿a qué se debe esta demanda?
Según Euronews, la Asociación de Agentes de Viajes Británicos dijo: "A lo largo de los años, los clientes nos han dicho en repetidas ocasiones que las vacaciones son una de las últimas cosas que recortarán cuando busquen aliviar las presiones financieras en presupuestos muy ajustados".
El estudio de World Travel Market parece corroborar esta afirmación, ya que de los que ya están planeando una escapada, la mayoría dijo que esperaba irse dos veces en 2023. Los dos principales tipos de viaje fueron las clásicas vacaciones en la playa y los viajes en familia.
Los datos de World Travel Market también muestran que casi la mitad de las personas que han reservado un lugar en el sol lo han hecho porque quieren tener algo que esperar.