El resort se ha construido en una parcela virtual en Fashion Estate en Decentraland, uno de los mayores mercados inmobiliarios virtuales construido sobre cadenas de bloques Ethereum. El espacio virtual ha sido diseñado por un arquitecto y, entre los espacios habituales de un hotel, ofrece experiencias virtuales exclusivas. Por ejemplo, se organizan sorteos y concursos en el hall virtual, se complementan las sesiones de actividad física y meditación presenciales con otras dirigidas en el metaverso.
El hotel cuenta con un espacio limitado, por lo que utiliza el metaverso para crear una oferta cultural más amplia. Entre ellas destaca la galería de arte en la que se exponen obras de artistas y creadores digitales que pueden vender su obra en forma de NFT.
La galería de arte se plantea como una sala de exposiciones en el mundo real, en la que se exhibirán distintos artistas locales y exhibiciones de interés cultural. La cadena hotelera está estudiando la implantación de un sistema de pago con criptomoneda para ser coherentes con la tecnología virtual de su establecimiento.
A finales de 2021, la industria calculaba que el metaverso tenía un potencial de inversión de 800.000 millones de dólares. Desde entonces, el metaverso ha sufrido varios reveses e incluso Meta, su principal valedor, ha tirado la toalla reconociendo que era un error.
Eso no implica que el uso del metaverso no sea útil como complemento a determinados sectores, como el hostelero, donde constantemente se está buscando una diferenciación en las experiencias. La cadena hotelera española RIU Hotels & Resorts también ha utilizado el metaverso como experiencia para que los huéspedes puedan visitar de forma virtual el céntrico hotel madrileño RIU Plaza España y pasear por algunas estancias antes de reservar sus habitaciones. Sin embargo, esta experiencia nunca podrá emular la sensación real de estar de vacaciones.