En 2021, un año de recuperación en el que el lujo superó sus ventas anteriores a la pandemia, "los chinos consumieron, pero únicamente en China", continúa de Montgolfier. Y "2022, fue mucho más complicado por los confinamientos imprevistos en el país". Pero eso no impidió que las ventas internacionales del sector crecieran un 22 %, "sin los chinos".
Este crecimiento estuvo respaldado por la fuerte presencia de la clientela estadounidense, la continuidad de los compradores japoneses, coreanos y del sudeste asiático y "la gran revelación de la clientela europea, ignorada durante décadas (...) y más interesada en el lujo de lo que se esperaba", ha explicado a la AFP Erwan Rambourg, analista y autor de "Future Luxe: what's ahead for the business of luxury".
Con el levantamiento de las restricciones de viaje en China, "se producirá un retorno significativo de turistas chinos, pero será más bien en el segundo trimestre", según explica Arnaud Cadart, gestor de cartera de Flornoy.
"La pandemia sigue muy presente en China y afecta a mucha gente", insiste.
"Los chinos volverán a partir de abril", confirma Erwan Rambourg. Y así mejor: "No hay que desaprovechar la oportunidad de recuperar a los clientes chinos", asegura Arnaud Cadart, "el sector necesita ese relevo".
Esto se debe a que los flujos turísticos procedentes de Estados Unidos y Oriente Medio podrían disminuir, al ser menos ventajoso el efecto euro-dólar. En cuanto a la clientela europea, podría verse frenada por la situación económica y los movimientos sociales, según subrayan los especialistas del sector.
"Las tiendas europeas necesitan este regreso de los clientes chinos para sustituir a los estadounidenses, que podrían consumir más a nivel local", afirma Arnaud Cadart.
Las marcas de lujo europeas tendrán que readaptarse a esta clientela china que vuelve, acostumbrada a viajar en grupo, y que se suma a una clientela estadounidense y local más numerosa que antes de la pandemia.
"Ya hay colas delante de las tiendas sin clientes chinos... necesitaremos más personal", señala Joëlle de Montgolfier. Si no, se corre el riesgo de "deteriorar la experiencia" de las compras de lujo en boutiques.
"La otra pequeña preocupación es que ahora mismo no sabemos cómo predecir" el volumen de productos que querrán comprar los clientes chinos, señala.
¿Volverán los turistas chinos a sus destinos históricos preferidos, es decir, Europa y Asia? ¿Qué países elegirán para quedarse? Las marcas tendrán que ser "ágiles" para satisfacer esta demanda, afirma Joëlle de Montgolfier.