Este establecimiento inaugurado el 25 de abril del año 2000, que reúne a casi 400 comerciantes, es el más grande y quizás el más importante de la región y el país, por su ubicación en la “columna vertebral” de la “Ciudad Puma Inca” e interesantes objetos artísticos que ofrece.

Aquí se encuentra producción, exposición y venta de diferentes rubros de la artesanía cusqueña, en líneas de cerámica, pintura, textilería, platería, bisutería, tallado en piedra, madera, minerales, trabajos en metal y cuero, y otros que gustaban a propios y extraños que la recorrían.

Ahora el panorama es otro “no hay ni un turista, intentamos abrir tratando de que algún turista pase y si la suerte nos acompaña ejecutamos una venta”, relata a la Agencia Andina Lolo Chávez Miranda, presidente de este Centro Artesanal, abrumado por la actual coyuntura.

Durante un recorrido, explica que el centro artesanal formó parte del desarrollo de la industria del turismo, emergente desde inicios de este siglo, sus pasillos albergaban hasta mil turistas atraídos por la artesanía, el más apasionado puede encontrar incluso una réplica de las pinturas de la Escuela Cusqueña.

La pandemia de covid-19, que afectó a todos, los sumió en preocupación, algunos artesanos confeccionaron mascarillas quirúrgicas para venderlos, otros optaron por otros oficios. Intentaron reactivarse con créditos de entidades financieras, al ver volver a turistas nacionales se entusiasmaron, pero, ahora vuelven a la incertidumbre y la angustia.

“Estuvimos en fase de recuperación, pero lamentablemente estas protestas nos han afectado enormemente en la economía y en la salud mental. La gente está psicológicamente muy traumada”, explica Chávez Miranda.

Durante la reactivación

El Centro Artesanal de Cusco, parece haber perdido la atención de sus autoridades, durante la ansiada vuelta “a la normalidad” los comerciantes y productores vieron con aflicción como la gestión del alcalde Víctor Boluarte Medina ofrecía plazas y calles para otros artesanos que también buscan reactivarse.

“Ese tipo de reactivación fue para un sector, para los más necesitados, que también hacen artesanía, pero aquí somos artesanos formales. Nosotros no hemos tenido una reactivación”, señala en referencia a la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo (Gercetur), el Gobierno Regional de Cusco y la Municipal Provincial del Cusco, los apoya.

“No, absolutamente, ni en publicidad, ni en promocionar el centro artesanal, de ninguna manera hemos tenido apoyo, de ningún ente local y nacional, y ahora estamos sobreviviendo, estamos a nuestra suerte prácticamente”, lamenta.

“El (actual) alcalde de Cusco (Luis Pantoja Calvo) ha venido en campaña política, es más hay un compromiso con nosotros el cual tenemos que cristalizar, le pediremos audiencia”, agregó.

En medio de la “División”

En Cusco hay un gran sector de la población que acata la paralización y pide la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y exige elecciones generales, y otro sector que la rechaza; las manifestaciones y grescas se han hecho evidentes y ante el panorama el Centro Artesanal de Cusco implora soluciones urgentes.

Una solución para su sector, una vez que se intente superar esta crisis política y social, es el beneficio de un bono económico o estrategias que los ayude a reactivarse, ya que son conscientes que se tiene que trabajar mucho para el regreso de los turistas, para quienes incluso preparan el 18 de febrero (si acaso se solucionan los conflictos), música y danzas típicas “que nos visiten”, agrega.

En el Centro Artesanal de Cusco trabajan 381 familias, quienes para evitar las reacciones de manifestantes también colocaron mensajes alusivos a las protestas, en sus alrededores están dos prestigiosos hoteles, que para ser blanco de los ataques han forrado sus acceso y ventanas con maderos. Similar panorama se aprecia en entidades financieras del centro histórico.