La medida parte de la propuesta presentada por la Comisión Europea el pasado noviembre a través de la que pretende mejorar la identificación de los dueños de los alojamientos turísticos no regulados y de quienes se hospedan en ellos. Este registro se presentaría de forma armonizada a través de los Veintisiete países, debe estar disponible online y desgranar quiénes son los propietarios, cuántos alojamientos alquilan y en qué localizaciones.
De hecho, la disparidad de regulaciones y métodos que varía en función de cada Estado miembro dificulta la obtención de información de los alquileres turísticos. Así es que, con esta normativa, los países que recolecten los datos de las plataformas como Airbnb tendrán que crear un sistema de ventanilla única digital a escala nacional.
La propuesta de regulación pretende, también, dar respuesta al problema de la eclosión de alquileres turísticos no regulados que ha impulsado los precios de la vivienda a largo plazo en muchas capitales y ha agudizado la falta de vivienda asequible.
La norma, que ahora pasará a ser debatida en el Parlamento Europeo, establece que cualquier casa, habitación o apartamento que se alquile por pocos días debe tener un número de registro para que las autoridades puedan conocer la identidad del anfitrión.
En este sentido, la ministra sueca ha hecho hincapié, en rueda de prensa que esta propuesta se ha "negociado en tiempo récord" y que el objetivo es "facilitar el proceso de compartir datos con las autoridades competentes".
La idea, además, es que las plataformas tendrán que realizar inspecciones para garantizar que no hay declaraciones o números de registro falsos. La intención es que la regulación cree un escenario con unas reglas de juego equitativas para todos los actores del sector turístico y, de paso, combatir el fraude.
Airbnb carga contra Barcelona por las restricciones
Por su parte, Airbnb ha emitido un comunicado en el que ha valorado positivamente la iniciativa. Así la firma ha juzgado que será positiva para los ciudadanos que se ven excluidos de los beneficios de este tipo de alojamientos "por unas normativas locales fragmentadas y desproporcionadas", que además considera que "están diseñadas para operadores turísticos grandes".
Tirando de este hilo, la plataforma ha cargado contra Barcelona y Bruselas, y ha pedido a la UE que actúe contra las ciudades que imponen restricciones excesivas al alquiler turístico de corta duración.
Según la compañía, Airbnb contabiliza un millón de anfitriones en la UE, si bien tres cuartas partes alquilan solo una vivienda. Además, estima que el anfitrión medio gana 3.000 euros al año, según los datos proporcionados por Airbnb.