El proyecto contó con el apoyo de Visit Emilia y Valdichiana Living, y el patrocinio de Federturismo, la Fundación Qualivita e Iter Vitis Les Chemins de la Vigne en Europe, además de la colaboración de la Universidad de Bérgamo, Economics Living Lab y El Tenedor. Durante la presentación, intervinieron Dario Nardella, miembro de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea, y Alessandra Gallone, asesora del Ministro de Universidad e Investigación y de la Ministra de Medio Ambiente.
Los datos del informe evidencian un fortalecimiento del vínculo entre los italianos y los viajes motivados por la búsqueda de productos gastronómicos y vinícolas. El 70% de los encuestados afirmó haber realizado al menos un viaje con este propósito en los últimos tres años, mostrando un aumento del 12% en 2023 y del 49% desde 2016. Aunque el turismo interno general sufrió una disminución durante el último verano, el sector enogastronómico destacó con fuerza: se estima una base de 14,5 millones de turistas potenciales interesados en experiencias culinarias, de los cuales el 64% elige destinos nacionales. Toscana lidera como el destino preferido tanto para viajes realizados (39,3%) como para planes futuros (33,9%), seguida por Emilia-Romaña y Apulia, que intercambian posiciones al considerar las intenciones de viaje.
A nivel europeo, la gastronomía y el vino siguen siendo experiencias muy demandadas: el 15,3% de los turistas del continente (aproximadamente 20,6 millones) planea incluir actividades enogastronómicas en sus viajes, independientemente del tipo de destino (playa, urbano, cultural o al aire libre). Además, hay un creciente interés en mercados de larga distancia, especialmente en el Lejano Oriente (Japón, Corea del Sur y China) y Brasil.
Nuevos perfiles de turistas enogastronómicos
El informe también identifica cinco nuevos perfiles de viajeros que buscan experiencias relacionadas con la gastronomía y el vino, superando los estereotipos tradicionales:
Investigadores (42,1%): buscan experiencias auténticas que les permitan conectar con la comunidad local y profundizar en la cultura del destino.
Fiesteros (23%): ven la comida y el vino como una excusa para socializar y disfrutar en compañía.
Intelectuales (19%): conciben el viaje como una oportunidad para enriquecer su bagaje cultural.
Flower Children (11,5%): valoran el turismo enogastronómico como una forma de mejorar su bienestar físico y mental.
Hedonistas (4,3%): eligen este tipo de turismo para darse un lujo y disfrutar de experiencias exclusivas.