Desde el Comité de Negociación de Disney Workers Rising, se ha denunciado que la compañía está empleando tácticas intimidatorias y de vigilancia, así como disciplinando ilegalmente a los trabajadores, con el fin de debilitar su posición en las negociaciones. “Nosotros generamos las ganancias de los parques temáticos y la magia que se encuentra en todo el complejo. Pero en lugar de recompensar nuestro arduo trabajo y dedicación, Disney está intimidando, vigilando y disciplinando ilegalmente al personal, lo que perjudica nuestras negociaciones y nuestra capacidad de obtener el contrato que merecemos”, afirmaron los representantes sindicales.
El contrato de los trabajadores de Disneyland expiró el 16 de junio, mientras que el de los empleados de Disney California Adventure y Downtown Disney vencerá el 30 de septiembre. Las negociaciones con la compañía comenzaron el 24 de abril, pero hasta ahora no han logrado llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Los sindicatos están presionando para que se reconozca y se recompense adecuadamente el esfuerzo de los empleados, y han dejado claro que están dispuestos a tomar medidas drásticas para lograr sus objetivos.
En respuesta a estas acusaciones, Disney ha reiterado su compromiso con sus empleados, destacando el papel esencial que desempeñan en la creación de experiencias memorables para los visitantes. "Apreciamos el importante papel que desempeñan nuestros empleados en la creación de experiencias memorables y estamos comprometidos en alcanzar un acuerdo que beneficie a todas las partes", declaró un portavoz de la compañía. Además, Disney ha asegurado que, a pesar de la situación actual, los visitantes seguirán siendo bienvenidos en los parques y que se están tomando medidas para minimizar cualquier interrupción en las operaciones.
La posible huelga se presenta como un desafío significativo para Disney, una empresa que se enorgullece de su legado y de la experiencia única que ofrece a millones de visitantes cada año. La última vez que la compañía enfrentó una huelga de esta magnitud fue hace 40 años, lo que subraya la gravedad de la situación actual. Los trabajadores están determinados a luchar por mejoras en sus condiciones laborales y salarios, mientras que Disney debe encontrar una manera de resolver el conflicto sin comprometer su reputación ni la experiencia del cliente.
Esta situación pone de relieve las tensiones laborales en una de las compañías de entretenimiento más grandes del mundo y plantea preguntas importantes sobre la sostenibilidad de los modelos de negocio que no priorizan el bienestar de sus empleados. La resolución de este conflicto podría tener implicaciones significativas no solo para Disney, sino también para la industria del entretenimiento en general, ya que otros empleados y empresas observan de cerca cómo se desarrollan estos eventos.
En un momento donde la economía global enfrenta diversos desafíos, la lucha de los trabajadores de Disney en California podría marcar el inicio de una nueva era de reivindicaciones laborales en el sector del entretenimiento, impulsando cambios que beneficien a miles de trabajadores en la industria. Mientras tanto, los ojos del mundo están puestos en Anaheim, esperando ver cómo se resuelve esta crisis y qué impacto tendrá en la empresa y sus empleados a largo plazo.