La conectividad limita el turismo desde China a Europa

23-03-24

El gigante asiático, China, con una población de 1.410 millones y una clase media en constante expansión, se presenta como un mercado emisor de turistas de inmenso potencial. Este potencial queda reflejado en los 5.970 millones de viajes domésticos que se registraron en 2019, destacando la inclinación de los chinos por el turismo. No obstante, a pesar de estos números impresionantes, solo 155 millones de chinos eligieron destinos internacionales ese mismo año, lo que pone de manifiesto el reto que supone atraer a este perfil de viajero de elevado gasto medio.

Mientras los países más cercanos a China parecen llevar la delantera en esta competencia, los destinos europeos y norteamericanos luchan por captar una porción más significativa de este lucrativo mercado. De acuerdo con el diario especializado Skift, la limitada conectividad aérea se ha identificado como un "obstáculo persistente" que dificulta la afluencia de turistas chinos hacia Occidente, un problema que se intensificó tras la pandemia de COVID-19.

Alemania, Estados Unidos, los Países Bajos y el Reino Unido, entre otros, aún no han logrado restaurar el número de vuelos que operaban antes de la crisis sanitaria. Factores como las tensiones geopolíticas entre Occidente y Pekín, así como restricciones en el espacio aéreo, como la prohibición de sobrevolar Rusia, son algunos de los principales desafíos que enfrentan para aumentar o incluso restablecer las operaciones aéreas.

Ralf Ostendor, director de gestión de mercados de Visit Berlin, subraya la importancia de incrementar los vuelos directos y mejorar la conectividad. "Realmente necesitamos más vuelos directos y conectividad", afirma, proyectando optimismo sobre una posible recuperación hacia finales de este año o en 2025.

En 2019, España recibió a 700.000 turistas chinos, consolidándose como uno de los perfiles de viajero con mayor gasto por persona, alcanzando los 2.400 euros, y con una estancia media de 7,8 días. Actualmente, España cuenta con seis vuelos directos desde China hacia Madrid, provenientes de ciudades como Pekín, Shanghái, Hangzhou, Wenzhou, Chongqing y Hong Kong, y tres hacia Barcelona, desde Pekín, Hong Kong y Shenzhen.

Este análisis subraya la urgencia de fortalecer la infraestructura aérea entre China y destinos occidentales para capitalizar el potencial del turismo chino. La mejora en la conectividad no solo facilitaría el flujo turístico sino que también fortalecería los lazos culturales y económicos entre estas regiones. Frente a la recuperación pospandemia y los retos geopolíticos actuales, los destinos europeos están llamados a adoptar estrategias innovadoras que permitan superar los obstáculos de conectividad, con el objetivo de atraer a un mayor número de turistas chinos y aprovechar su notable capacidad de gasto.

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