Además del impacto directo, se identifican efectos indirectos e inducidos. El impacto indirecto, que incluye las compras a proveedores y servicios relacionados, se estima en 28,8 millones de euros. Por su parte, el impacto inducido, derivado de las rentas salariales generadas y su posterior gasto en la economía, alcanza los 10,3 millones de euros.
El estudio también contempla un análisis contrafactual, evaluando el escenario en el que Torreciudad no existiera. Se concluye que, dada la centralidad del santuario como motivo principal de visita, se pondrían en riesgo alrededor de 150.000 visitantes, lo que implicaría una pérdida significativa en el impacto económico regional.
Más allá de las cifras económicas, el informe destaca 14 impactos y externalidades positivas atribuibles a la presencia de Torreciudad. Entre ellas, se subraya la mejora en el posicionamiento turístico de la provincia de Huesca y su desarrollo como recurso turístico propio, actuando como promotor del territorio provincial.
De cara al futuro, se identifican potenciales colaboraciones y desarrollos en los que Torreciudad podría desempeñar un papel clave. Se sugieren sinergias con agencias de viaje receptivas, incorporación a planes de sostenibilidad turística comarcal, fomento de rutas a pie y en bicicleta, y alianzas con el patrimonio local cercano. Asimismo, se plantea la posibilidad de fortalecer la Ruta Mariana, fomentar itinerarios transfronterizos a través del Camino y promover peregrinaciones internacionales.
El Santuario. dedicado a la Virgen María, fue inaugurado en 1975 y forma parte de la Ruta Mariana junto a El Pilar, Montserrat y Lourdes. Su arquitectura, diseñada por Heliodoro Dols, destaca por el uso de ladrillo y alabastro, materiales tradicionales de la región. El santuario alberga la talla románica de la Virgen de Torreciudad, una imagen del siglo XI que ha sido objeto de devoción durante siglos.
En 2025, Torreciudad celebrará su 50 aniversario, lo que representa una oportunidad para reforzar su papel como dinamizador turístico y cultural. El informe sugiere que, mediante proyectos colaborativos y el desarrollo de nuevos productos turísticos, el santuario puede integrarse aún más con los actores del desarrollo territorial .
En resumen, el Santuario de Torreciudad no solo es un lugar de peregrinación y espiritualidad, sino también un pilar fundamental para la economía y el desarrollo sostenible de Aragón. Su capacidad para atraer visitantes y generar actividad económica lo posiciona como un referente en la promoción del turismo rural y cultural en España.
Para acceder al estudio: