El objetivo principal del EES es fortalecer la seguridad en las fronteras exteriores de la UE, prevenir la inmigración irregular y agilizar los controles. Además, permitirá detectar de manera más efectiva a quienes exceden su periodo de estancia permitido, lo que hoy en día es una tarea difícil de monitorear con los métodos actuales. Sin embargo, la implementación de este sistema ha sido un desafío debido a la infraestructura tecnológica necesaria, la coordinación entre los países miembros y la preparación de los operadores de frontera para manejar estos cambios.
El aplazamiento del EES no solo afecta a los Estados miembros, sino también a la industria del turismo. Los turistas internacionales, especialmente aquellos provenientes de países fuera del Espacio Schengen, constituyen una parte importante de los ingresos del sector turístico en muchas naciones europeas.
Las aerolíneas también se ven afectadas por este retraso, ya que el EES requerirá la integración de nuevos procedimientos y equipos para escanear los pasaportes de los pasajeros. Esto podría significar cambios en la logística de los aeropuertos y un incremento en los tiempos de espera para los viajeros. Las asociaciones de aerolíneas han expresado su preocupación por la falta de claridad en cuanto a las fechas de implementación y cómo afectará la experiencia del pasajero. Además, los aeropuertos deberán estar equipados con la tecnología adecuada para procesar los nuevos datos biométricos, lo que supone una inversión significativa y una adaptación en la infraestructura.
Este nuevo aplazamiento, el segundo en lo que va del año, genera incertidumbre en el sector turístico y en los Estados miembros que ya habían comenzado los preparativos para su puesta en marcha. Inicialmente previsto para mayo de 2023, luego se postergó a noviembre de ese mismo año y, más tarde, a 2024. No obstante, la nueva fecha de lanzamiento aún no ha sido confirmada de manera definitiva, y algunos analistas prevén que podría retrasarse nuevamente.
Parte de la demora se debe a la necesidad de garantizar que el sistema funcione correctamente en todos los puntos de entrada de la UE, incluidos aeropuertos, puertos y fronteras terrestres. Asimismo, algunos Estados miembros han solicitado más tiempo para realizar las pruebas necesarias y asegurarse de que sus agentes fronterizos estén capacitados para manejar el nuevo sistema sin causar interrupciones en el tránsito de personas.
El comisario europeo de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, ha señalado que este sistema es crucial para la seguridad de la UE, pero ha reconocido que es fundamental garantizar su correcto funcionamiento antes de su puesta en marcha. La prioridad, según Johansson, es evitar cualquier problema técnico o logístico que pueda poner en riesgo la seguridad o la experiencia de los viajeros.
Por su parte, algunos expertos del sector turístico han expresado su frustración por los constantes retrasos. Para ellos, la implementación del EES podría facilitar el control migratorio sin afectar negativamente el flujo turístico, siempre que se gestione de manera adecuada. No obstante, cada nuevo aplazamiento genera preocupación en cuanto a la capacidad de la UE para coordinar una estrategia eficaz que no afecte a la recuperación del turismo ni a la experiencia de los viajeros.