El requisito del saldo bancario es una de las primeras acciones de esta nueva estrategia. Según las autoridades tailandesas, la medida pretende garantizar que los turistas que visiten Phuket puedan cubrir sus gastos de manera adecuada, incentivando un turismo responsable y de calidad. La política no solo busca regular el perfil económico de los visitantes, sino también reducir la dependencia de la isla de los mercados masivos y fomentar una mayor sostenibilidad a largo plazo.
El objetivo de esta nueva normativa es reposicionar a Phuket como un destino de lujo, donde la calidad de la experiencia sea el principal atractivo. Las autoridades están comprometidas con la preservación de los recursos naturales de la isla, como sus playas y ecosistemas marinos, que se han visto afectados por el turismo masivo. Además, se pretende fomentar el desarrollo de infraestructuras turísticas que estén en consonancia con las necesidades de este tipo de visitantes, incluyendo alojamientos de lujo, servicios personalizados y experiencias exclusivas.
El cambio de enfoque en el turismo de Phuket se alinea con las tendencias globales que promueven un turismo más sostenible. La pandemia de COVID-19 también influyó en este viraje, ya que reveló las debilidades de los destinos dependientes de un turismo masivo. Phuket, que vivió un colapso económico durante los confinamientos internacionales, ahora busca atraer a viajeros con un perfil diferente, que generen un mayor impacto económico sin sobrecargar los recursos locales.
La exigencia de demostrar un saldo bancario mínimo ha generado diversas opiniones entre los turistas y operadores del sector. Mientras algunos ven esta medida como una forma de seleccionar a un perfil de turista más exclusivo, otros temen que podría desalentar a ciertos viajeros que aportan valor al destino, aunque no cumplan con los requisitos financieros.
Los operadores turísticos locales también están adaptándose a esta nueva normativa. Empresas de turismo y hotelería están ajustando su oferta para atraer a un perfil de visitante más exigente, centrando sus propuestas en experiencias de lujo y servicios personalizados. Sin embargo, también hay preocupación entre algunos sectores sobre la posible disminución en el número total de turistas y el impacto que esto podría tener en negocios que dependen de un mayor volumen de visitantes.
A nivel internacional, la decisión de Phuket ha generado un debate sobre la sostenibilidad del turismo y la gestión de destinos populares. Muchos expertos consideran que este tipo de medidas, aunque impopulares en algunos sectores, son necesarias para preservar los recursos naturales y garantizar la viabilidad a largo plazo de los destinos turísticos.
La industria del turismo en Phuket se encuentra en una etapa de transformación, buscando equilibrar la atracción de turistas con la protección de su entorno y su economía. Aunque esta política pueda resultar restrictiva, las autoridades confían en que traerá beneficios a largo plazo, promoviendo un turismo más consciente, responsable y respetuoso con el medio ambiente.