A pesar de su tamaño relativamente modesto, Medjugorje ha logrado posicionarse como un destino clave dentro del turismo religioso global. Con una población de apenas 4,000 habitantes, la ciudad recibe anualmente a más de un millón de visitantes. Peregrinos de todo el mundo, especialmente de Italia, Polonia, España, Alemania y Estados Unidos, viajan a Medjugorje buscando una experiencia espiritual profunda.
Los visitantes no solo vienen atraídos por la fe, sino también por los eventos religiosos y culturales que se organizan a lo largo del año. La Parroquia de Santiago Apóstol, el principal centro espiritual de la ciudad, alberga misas diarias en diferentes idiomas, y la Colina de las Apariciones es un lugar donde muchos peregrinos buscan un momento de reflexión y oración.
El impacto económico de este flujo turístico ha sido significativo. La suma de tres mil millones de euros generados por el turismo ha beneficiado a empresas locales, así como a trabajadores de diversas industrias, desde la hospitalidad hasta el transporte y el comercio minorista. Además, el turismo en Medjugorje ha impulsado la creación de empleos directos e indirectos, estabilizando la economía local en una región que, de otra manera, podría haber sido vulnerable a la migración y la despoblación.
Uno de los sectores que más se ha visto beneficiado es el hotelero. Se estima que hay más de 100 hoteles en funcionamiento en Medjugorje, con una capacidad para albergar a miles de peregrinos. Además, la ciudad ha desarrollado una infraestructura de servicios complementarios como restaurantes, cafeterías, tiendas de artículos religiosos y empresas de transporte especializadas en rutas de peregrinación.
Este auge turístico también ha atraído la atención de inversores extranjeros, que ven en Medjugorje una oportunidad para expandir negocios relacionados con el turismo religioso. Sin embargo, este crecimiento no ha estado exento de desafíos, entre ellos la necesidad de mantener el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del entorno natural y espiritual del lugar.
A medida que Medjugorje sigue atrayendo a millones de peregrinos cada año, las autoridades locales se enfrentan al desafío de gestionar el crecimiento de manera sostenible. La planificación urbana y la conservación de los recursos naturales son temas clave para asegurar que el destino continúe ofreciendo una experiencia espiritual genuina, sin comprometer la calidad de vida de los residentes locales ni el atractivo turístico del lugar.
En este sentido, se están tomando medidas para implementar políticas de turismo sostenible que promuevan prácticas respetuosas con el medio ambiente y el patrimonio cultural de Medjugorje. Las autoridades locales, en colaboración con organizaciones religiosas y empresariales, están trabajando para que el crecimiento económico no afecte negativamente la autenticidad del destino.
Además, el futuro del turismo en Medjugorje dependerá en gran medida de la capacidad del destino para diversificar su oferta y atraer a nuevos segmentos de turistas. Si bien el turismo religioso sigue siendo el principal motor de la economía local, se están explorando otras formas de turismo, como el turismo de bienestar y el ecoturismo, para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.