El turismo, según la OMT, sigue siendo uno de los principales impulsores económicos a nivel global, representando un 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y empleando a más de 300 millones de personas. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 dejó en evidencia la vulnerabilidad del sector ante crisis globales. Durante los momentos más críticos, millones de empleos se perdieron, y muchas empresas turísticas, en particular las pequeñas y medianas, se vieron obligadas a cerrar.
En este contexto, la OMT propone una agenda transformadora para asegurar que el turismo esté mejor preparado para futuros desafíos. Se necesita adoptar un enfoque centrado en la innovación, el desarrollo digital y la sostenibilidad ambiental. Los destinos turísticos deben reorientar sus estrategias para ser más resilientes frente a las crisis y menos dependientes de prácticas no sostenibles.
Uno de los puntos clave en la intervención de la OMT fue la sostenibilidad, señalada como un pilar fundamental para el futuro del sector. Las prácticas turísticas deben alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, particularmente en lo que respecta al cambio climático. El turismo es responsable de un 8% de las emisiones globales de carbono, y, por lo tanto, la transición hacia un turismo verde es indispensable. El llamado de la OMT al G20 incluye la implementación de políticas que promuevan la descarbonización de la industria, el fomento del uso de energías renovables en los destinos turísticos y la creación de una infraestructura sostenible.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, subrayó la necesidad de que los gobiernos trabajen conjuntamente con el sector privado para lograr estos objetivos. "El turismo no puede quedarse atrás en la lucha contra el cambio climático. Es hora de actuar con responsabilidad y de manera coordinada para lograr un impacto positivo", afirmó.
Inclusión y digitalización: elementos claves
Además de la sostenibilidad, la OMT enfatizó la importancia de la inclusión y la digitalización como ejes transformadores del turismo. La pandemia ha acelerado la adopción de herramientas digitales en el sector, y ahora más que nunca es crucial garantizar que los destinos turísticos estén equipados con la tecnología necesaria para responder a las nuevas demandas de los viajeros. Desde reservas en línea hasta experiencias virtuales, la digitalización del turismo es un aspecto esencial para su modernización.
En cuanto a la inclusión, la OMT puso énfasis en la creación de empleos dignos y bien remunerados, asegurando que las comunidades locales sean las principales beneficiarias del turismo. Esto incluye políticas que favorezcan la participación de mujeres y jóvenes en el sector, así como la protección de los derechos laborales de los trabajadores turísticos. "La inclusión no es solo una cuestión de justicia social, sino también de sostenibilidad económica a largo plazo", puntualizó Pololikashvili.
El papel del G20 en la transformación del turismo
El G20, como foro internacional que reúne a las economías más grandes del mundo, tiene una responsabilidad única en liderar esta transformación. La OMT instó a los líderes del G20 a integrar el turismo en sus agendas económicas y a destinar recursos para su desarrollo sostenible. Solo a través de un compromiso conjunto entre los gobiernos, el sector privado y las comunidades locales, se podrá garantizar que el turismo siga siendo un motor de desarrollo global, resiliente y alineado con los desafíos contemporáneos.
El llamado de la OMT es claro: el turismo debe transformarse, y el G20 tiene el poder y la responsabilidad de liderar este cambio global.