Kyoto, víctima de su propio éxito turístico

10-04-25

Kyoto, la antigua capital imperial de Japón y uno de los destinos más emblemáticos del país, está viviendo una paradoja cada vez más evidente: mientras el número de visitantes internacionales se dispara, los turistas nacionales comienzan a evitar la ciudad. El fenómeno, que se ha intensificado tras la reapertura total del país al turismo, está alimentando un creciente debate en Japón sobre los efectos del llamado "sobreturismo".

Desde su reapertura postpandemia, Japón ha experimentado un resurgimiento notable del turismo internacional. En 2023, el país recibió más de 25 millones de visitantes extranjeros, y se espera que esa cifra siga creciendo. Kyoto, con sus templos milenarios, calles históricas y cultura tradicional, sigue siendo uno de los principales atractivos para quienes llegan del exterior. Sin embargo, esta popularidad tiene un coste: la creciente saturación del espacio urbano y la pérdida de calidad en la experiencia turística están disuadiendo a muchos japoneses de visitar la ciudad.

Las autoridades locales y los residentes de Kyoto han comenzado a alzar la voz ante la presión que ejerce el turismo masivo en su día a día. Las calles más visitadas, como el distrito de Gion —famoso por sus geishas—, sufren una congestión constante. Se han reportado casos de comportamientos irrespetuosos por parte de algunos visitantes, lo que ha llevado a restricciones específicas, como la prohibición de fotografiar a las geishas en ciertas áreas, para proteger tanto a las profesionales como a la imagen del lugar.