Los caminos de peregrinación son otro de los motivos que sustentan esta propuesta. Aragón está atravesada por el Camino de Santiago en su trazado francés, declarado Patrimonio de la Humanidad, y por el Camino Jacobeo del Ebro. Existen también rutas de fuerte simbolismo religioso como la del Santo Grial, la de la Vera Cruz o el Camino de San Ignacio de Loyola, que permiten seguir los pasos de grandes figuras de la cristiandad.
Finalmente, la comunidad ofrece un intenso calendario litúrgico y festivo que se desarrolla de enero a diciembre, con celebraciones como la Semana Santa —reconocida internacionalmente en Zaragoza y en los municipios de la Ruta del Tambor y Bombo—, el Corpus Christi, el Milagro de Calanda o las procesiones de Daroca.
Miembro Fundador de la Red Mundial de Turismo Religioso
Además, Aragón ha sido reconocido como Miembro Fundador de la Red Mundial de Turismo Religioso, un programa de Tourism & Society Think Tank formado por profesionales expertos del turismo y la sociedad. El objetivo de la Red Mundial del Turismo Religioso es promover el turismo y la cultura religiosa en todos los continentes del mundo, crear oportunidades para nuevos destinos y fortalecer el liderazgo de aquellos destinos religiosos que cuenten con mayor reconocimiento. El turismo religioso contribuye a la comprensión intercultural, de manera respetuosa y ética, involucra las comunidades locales y repercute favorablemente sobre ellas.
Este reconocimiento sitúa a la comunidad como referente en el ámbito del turismo espiritual, en un contexto en el que 150 millones de personas viajan anualmente por motivos religiosos y donde el impacto económico global del sector alcanza los 13.000 millones de euros.
“Aragón con Alma” se presenta, además, en un contexto especialmente propicio: el Año Santo 2025, en el que millones de peregrinos buscarán lugares de encuentro y espiritualidad. Las diócesis aragonesas han designado una veintena de templos jubilares (la Catedral Basílica del Pilar de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza, la Parroquia Basílica de Santa Engracia en Zaragoza, la Capilla del Hospital de San Juan de Dios en Zaragoza, el Templo del Milagro de Nuestra Señora del Pilar en Calanda, la Basílica de Santa María de los Sagrados Corporales en Daroca, la Catedral de Tarazona, la Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud, la Catedral de Huesca, la Basílica de San Lorenzo de Huesca, el Monasterio de San Salvador en Torrente de Cinca, la Ermita Virgen de La Alegría en Monzón, el Santuario de El Pueyo y la capilla de la Virgen de la Esperanza en Barbastro, el Santuario Virgen de La Peña en Graus, la Catedral de Jaca, el Santuario de la Virgen de la Aliaga en Cortes de Aragón y la Iglesia Parroquial de Cantavieja), una oportunidad excepcional para consolidar la oferta de turismo religioso y atraer visitantes a lo largo de todo el año.