Ciencia al descubierto del Chocolate Fino

20-08-25

Durante siglos, el sabor del chocolate fino fue un enigma regido por el azar: la misma finca de cacao podía producir lotes que se distinguían por aromas florales y frutales, mientras que otros resultaban planos o excesivamente amargos. Esta variabilidad se debe a la fermentación, un proceso natural en el que los granos, apilados en las fincas y expuestos a bacterias y hongos del entorno, desarrollan sus características sensoriales. Hasta ahora, ese fenómeno esencial para el aroma y el sabor ha sido difícil de controlar, dejando la calidad del cacao en manos del clima y la suerte.

Un avance reciente promete transformar esa incertidumbre. Un equipo de la Universidad de Nottingham, liderado por David Gopaulchan, realizó un seguimiento muy preciso del proceso de fermentación en regiones emblemáticas de Colombia como Santander, Huila y Antioquia. Mediante la medición del pH, la temperatura y la evolución de las comunidades microbianas durante cada etapa, descubrieron que esos factores son determinantes para definir el perfil sensorial del chocolate. Por ejemplo, una elevación temprana de temperatura junto con cambios en el pH en un rango específico favorecen el predominio de bacterias y levaduras que favorecen aromas complejos y disminuyen el amargor, mientras que un desequilibrio en estas condiciones deriva en sabores deslucidos.