Las tendencias son reveladoras: los viajeros de 41 a 60 años dominan el segmento con un 38 % del mercado en 2024, destacando su poder adquisitivo y su deseo de viajes enriquecedores. También está en rápida expansión el grupo de 31 a 40 años, con un crecimiento proyectado del 9 % anual entre 2025 y 2030, impulsado por su aspiración a experiencias aspiracionales promovidas en redes sociales y su afinidad por el lujo digital y personalizado.
Dentro de esta evolución, el modelo de reservas también se transforma. El contacto directo con proveedores representó más del 49 % de los ingresos en 2024, una señal de que muchos viajeros valoran la atención personalizada que garantiza exclusividad y mejores condiciones. No obstante, las agencias de viajes online (OTAs) crecen con fuerza: se prevé que registren una tasa anual del 9,4 % en el mismo periodo, ya que atraen a quienes buscan comodidad, variedad de opciones y recomendaciones inteligentes asistidas por tecnología.
Esta transformación se ve acompañada por avances tecnológicos que redefinen el turismo de lujo: la inteligencia artificial proporciona planes de viaje hiperpersonalizados; la realidad virtual permite recorrer destinos antes de reservarlos; y las soluciones smart facilitan jornadas de planificación sin fricciones. La integración tecnológica ha dejado de ser un lujo y es ya un requisito fundamental.
Además, otro motor clave es el turismo de bienestar —wellness tourism— que envuelve retiros de salud, spas de alta gama y experiencias de renovación integral. Esta vertiente ha experimentado un crecimiento explosivo: se estima que en 2021 el valor global de este segmento alcanzaba los 850.550 millones de dólares, con expectativas de llegar a 2,1 billones en 2030. En Norteamérica, el turismo de bienestar representaba cerca del 40 % del mercado global en este nicho, superando incluso a otras regiones.
Los actores del sector no se quedan atrás: empresas como Abercrombie & Kent USA, Lindblad Expeditions, Scott Dunn, Black Tomato, entre otros, lideran la oferta de experiencias únicas como safaris de lujo privados, expediciones exclusivas y escapadas culturales a medida. El compromiso con la sostenibilidad también tiene un lugar privilegiado, con servicios que combinan elegancia con conciencia ambiental, respondiendo al creciente interés de viajeros exigentes por opciones responsables y exclusivas.
En conjunto, todos estos factores convergen para transformar el paisaje del turismo de alta gama en EE. UU. La riqueza acumulada, el deseo de experiencias significativas, la tecnología y una oferta cada vez más diversa y consciente crean una sinergia que propulsa el sector hacia cifras inesperadas de crecimiento. El refinamiento del lujo ya no es un accesorio opcional: es el nuevo estándar del viaje.