La demanda colectiva, que se presentará ante los tribunales neerlandeses —donde tiene su sede Booking.com— se realiza a través de la Fundación Hotel Claims Alliance, en colaboración con Hotrec y más de 30 asociaciones nacionales. El plazo para sumarse a esta acción fue ampliado hasta el 29 de agosto de 2025 debido al aluvión de adhesiones que ha recibido en las últimas semanas.
Los hoteleros alegan que, durante dos décadas —entre 2004 y 2024— vieron paralizado el desarrollo de su venta directa y sufrieron pérdidas derivadas del coste de las comisiones impuestas por la plataforma, que podían alcanzar el 12 % o más sobre el precio de cada reserva. Exigen que se les compense una parte significativa de esas comisiones abonadas, que podrían recalcularse con intereses, como reparación por los perjuicios económicos sufridos.
El alcance potencial de las indemnizaciones es enorme. En España, solo Cehat y AEDH estiman que las reclamaciones podrían alcanzar los 3.000 millones de euros, cifra que incluye intereses acumulados por comisiones excesivas cobradas durante años. Informes previos sugieren que en Francia podrían reclamarse unos 1.500 millones de euros, aunque estas cifras aún están siendo evaluadas para su exactitud.
Booking.com, por su parte, ha rechazado la interpretación que los hoteleros hacen del fallo del TJUE y ha asegurado no haber sido oficialmente notificada de ninguna acción legal a nivel europeo. La plataforma sostiene que la sentencia del TJUE se refiere a un caso concreto en los Países Bajos y no implica que dichas cláusulas hayan sido declaradas ilegales en todos los países involucrados, ni que haya obligación de compensar económicamente a los hoteles.
A pesar del enfrentamiento, muchos establecimientos continúan dependiendo de Booking.com para alcanzar una clientela global, dado que en 2023 el grupo Booking Holdings poseía más del 70 % del mercado europeo de reservas hoteleras online, alcanzando incluso el 72,3 % en Alemania. Al mismo tiempo, las reservas directas en mercados como el alemán han caído más de ocho puntos porcentuales desde 2013, lo que refuerza la dependencia de muchos hoteles en la plataforma.
El caso representa un hito para el sector hotelero europeo: más de diez mil empresas agrupadas exigiendo justicia tras años de restricciones contractuales. La demanda busca no solo compensaciones, sino también devolver autonomía al canal directo y equilibrio frente al dominio de las grandes plataformas digitales. Aunque todavía no se han anunciado fechas para su presentación oficial, los abogados coordinadores aseguran que el proceso judicial en Holanda está listo para recibir la acción colectiva en las próximas semanas. La expectación es alta, y el sector confía en que este procedimiento marque un antes y un después en la relación entre hoteles y OTAs.