El mercado indio de viajes de negocios está proyectado para alcanzar los 162.000 millones de dólares en ingresos para 2030, partiendo de unos 101.000 millones en 2024, y registrando un sólido crecimiento anual compuesto del 7,3 % entre 2025 y 2030 . Otros pronósticos estiman que el sector corporativo podría duplicar sus ingresos, pasando de 10.600 millones de dólares actualmente a cerca de 20.800 millones hacia el año fiscal 2030, abarcando las modalidades aérea, hotelera y ferroviaria. Estas cifras reflejan no solo un volumen creciente, sino una profesionalización creciente del sector.
Gran parte de este éxito yace en el auge de las ciudades como centros de negocios globales. Bengaluru, por ejemplo, destaca como epicentro de servicios avanzados: alberga más del 40 % de los Global Capability Centers (GCCs) en India, operando para gigantes como Microsoft, Google, Goldman Sachs y Shell. Estos centros demandan viajes corporativos frecuentes, sofisticados y bien gestionados. Paralelamente, ciudades emergentes como Ahmedabad y Gandhinagar están viviendo una expansión hotelera notable, con grandes cadenas como Marriott, Hilton e Hyatt aumentando su presencia para atender tanto al turismo como a los viajeros de negocios, particularmente impulsados por el dinamismo de GIFT City y la posibilidad de acoger eventos internacionales como los Juegos Olímpicos 2036.
Además, el crecimiento del segmento MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones) contribuye de forma decisiva. Kerala, por ejemplo, se prepara para diversificar su oferta turística mediante un conclave de bodas y MICE que recibirá a delegados internacionales en Kochi, fortaleciendo su posicionamiento como destino para turismo de eventos de alto nivel. En este contexto, la infraestructura de salones, recintos y servicios complementarios resulta clave para atraer y retener a estos viajeros corporativos exigentes.
La fortaleza de India también se aprecia en el ámbito global. Un estudio reciente proyecta que el gasto global en viajes de negocio alcanzará 1,57 billones de dólares en 2025, y dentro del top 15 de mercados más prometedores, India figura junto con Corea del Sur y Turquía como uno de los de mayor crecimiento, mientras otros países como España o Países Bajos muestran estancamiento o retroceso. Esta posición favorable responde tanto al repunte doméstico como al creciente interés internacional por acceder a oportunidades en territorio indio.
El sector privado también ha identificado esta tendencia y está respondiendo con inversiones estratégicas. Los family offices están destinando recursos crecientes a la hotelería, ya no como un sector cíclico, sino como una apuesta por su rentabilidad estable y su capacidad de generar retornos a largo plazo, respaldada por el fuerte dinamismo del turismo corporativo y de ocio.
La convergencia de una economía en expansión, desarrollo urbano, sofisticación del modelo corporativo y creciente conectividad posicionan a India como un protagonista indiscutible en el ámbito global del turismo de negocios. Su crecimiento no solo es cuantitativo, sino cualitativo: se trata de un avance estructural que refuerza su capacidad para atraer, soportar y potenciar viajes corporativos con estándares cada vez más exigentes. A medida que empresas e inversores reconozcan y se adapten a este escenario, India consolidará su naturaleza de imán internacional, no solo para los negocios sino para la movilidad global del talento y la innovación.