En declaraciones recientes, un portavoz de Royal Caribbean explicó que, aunque la compañía siempre ha tenido especial aprecio por la comunidad local y su estrecha colaboración con las autoridades haitianas, las condiciones actuales no permiten garantizar los niveles de seguridad requeridos para ofrecer una experiencia tranquila y segura. En consecuencia, se ha tomado la difícil decisión de cancelar las visitas hasta que se restablezca una mayor estabilidad.
La medida ya ha comenzado a impactar a miles de pasajeros que esperaban disfrutar de las playas privadas, las actividades recreativas y los paisajes naturales de Labadee. La compañía ha informado que los cruceros afectados están siendo redirigidos a otros puertos alternativos en el Caribe. A los pasajeros se les está ofreciendo compensaciones proporcionales, como créditos a bordo y actualizaciones sobre los nuevos itinerarios, con el objetivo de mantener la satisfacción y confianza de los viajeros.
Desde que comenzó a operar en Labadee en 1986, Royal Caribbean ha invertido significativamente en el desarrollo turístico del área, generando empleo para cientos de haitianos y promoviendo el turismo como una vía de desarrollo económico. No obstante, el aumento de la violencia armada, el debilitamiento de las instituciones estatales y los bloqueos en diversas regiones del país han incrementado el riesgo para cualquier actividad turística, incluso en zonas tradicionalmente seguras.
Expertos en seguridad marítima y turismo internacional señalan que la suspensión de las visitas a Labadee representa un revés no solo para Royal Caribbean, sino también para la economía local, que depende en gran medida del gasto generado por los cruceristas. Se estima que cada escala genera ingresos directos e indirectos significativos en transporte, comercio y servicios auxiliares. La decisión de la naviera es comprensible desde el punto de vista operativo, pero pone en evidencia la urgente necesidad de soluciones duraderas para la crisis que atraviesa Haití.
Por su parte, el gobierno haitiano no se ha pronunciado oficialmente sobre la cancelación, aunque sectores locales vinculados al turismo expresaron su preocupación por el impacto económico de esta decisión. Organizaciones internacionales también han manifestado su inquietud por la escalada de violencia en el país, especialmente en áreas urbanas, y por la falta de condiciones básicas para el desarrollo del turismo o de cualquier otra actividad económica regular.
Royal Caribbean ha dejado claro que se mantiene atenta a la evolución de la situación y que reanudará las visitas a Labadee tan pronto como sea seguro hacerlo. Mientras tanto, los barcos continuarán ofreciendo experiencias de alta calidad en otras escalas del Caribe, adaptando sus operaciones con la flexibilidad y compromiso que caracteriza a la marca. La compañía ha reiterado su compromiso con los destinos que forman parte de su red de itinerarios y ha asegurado que continuará apoyando a las comunidades locales en la medida de lo posible durante este periodo de suspensión temporal.