Esta simplificación se considera una respuesta directa a las demandas de viajeros que durante años percibieron el proceso de visado para China como costoso, lento y engorroso, reduciendo la competitividad de China frente a otros destinos que ofrecen procedimientos más ágiles de ingreso.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por modernizar y agilizar la tramitación, la confianza entre los viajeros indios en relación con China como destino turístico sigue siendo un desafío estructural. Más allá de los aspectos puramente administrativos del visado, persisten percepciones en el mercado indio sobre barreras prácticas como el tratamiento en frontera, el control migratorio y las relaciones bilaterales entre ambos países, que históricamente han estado marcadas por tensiones geopolíticas en áreas como disputas territoriales y cuestiones de seguridad regional. Esta desconfianza influye en la decisión de viaje de muchos ciudadanos indios, que evalúan factores como la facilidad de entrada, la experiencia general de viaje y las percepciones de trato y bienvenida antes de elegir un destino internacional.
El enfoque digital también forma parte de una estrategia más amplia de China para reactivar y expandir sus vínculos económicos con India, especialmente en sectores donde la demanda de viajes es alta, incluidos los viajes de ocio, visitas familiares y turismo de compras. El Gobierno chino ha identificado el turismo indio como una oportunidad para compensar la desaceleración en algunos mercados emisores tradicionales tras la pandemia, además de diversificar sus fuentes de llegada de visitantes extranjeros. En ese contexto, la simplificación del visado se percibe como un primer paso necesario, aunque no suficiente, para atraer a un segmento más amplio de viajeros indios.
Expertos en turismo internacional señalan que, si bien la eliminación de exigencias presenciales y la digitalización del proceso reducen las barreras formales, otros elementos deberán abordarse para generar un cambio sustancial en el volumen de visitantes. La calidad de la infraestructura turística, las conexiones directas de vuelos, el acceso a información en idiomas locales y la percepción general de seguridad son factores que influyen de manera determinante en la planificación de viajes. En particular, las conexiones aéreas directas entre los principales hubs de India y China, que se reanudaron parcialmente tras años de interrupciones, se consideran esenciales para que muchos turistas consideren seriamente a China como destino atractivo frente a opciones regionales más accesibles y promocionadas.
Más allá de las ventajas administrativas que ofrece el nuevo sistema de visados, la industria turística espera que estas medidas se acompañen de campañas de promoción más agresivas que posicionen a China como un destino no solo accesible, sino también deseable. Esto incluye enfatizar atracciones culturales, oportunidades de compras, experiencias gastronómicas y destinos naturales que puedan resonar con los intereses y expectativas de los viajeros indios. La competencia de destinos como Tailandia, Singapur y Emiratos Árabes Unidos, que ya cuentan con políticas de visado más favorables o incluso exenciones para ciudadanos indios, subraya la necesidad de que China no solo simplifique sus requisitos, sino que también mejore la percepción global del viaje.
Al mismo tiempo, analistas indican que la confianza del viajero no se construye únicamente sobre la base de procesos administrativos eficientes, sino también sobre la coherencia de las relaciones bilaterales y la percepción de estabilidad y respeto mutuo entre los países. En ese sentido, aunque las relaciones diplomáticas entre China e India muestran signos de acercamiento en diversos sectores, las disputas históricas y los recientes incidentes fronterizos siguen siendo temas sensibles que pueden influir en la decisión de viaje de un número significativo de potenciales turistas.
En conclusión, la simplificación del proceso de visados por parte de China representa una iniciativa importante para captar una mayor proporción del mercado de viajes de salida de India, ofreciendo una vía más accesible para que los ciudadanos indios exploren destinos chinos. Sin embargo, la confianza y la percepción del país como destino atractivo y acogedor siguen siendo factores clave que influirán en la efectividad de esta política. El éxito de la estrategia dependerá no solo de las facilidades migratorias, sino también de la capacidad de China para fortalecer la percepción positiva del país entre los viajeros indios, alinear sus incentivos turísticos con expectativas globales y construir una relación más estable y atractiva a largo plazo entre ambas naciones.