La conclusión es clara: el turismo estadounidense está demostrando que es posible producir más valor económico adoptando prácticas más verdes, marcando un camino hacia un turismo verdaderamente sostenible
Para la WTTC, estos resultados convierten a Estados Unidos —el mayor mercado de viajes y turismo del mundo— en un referente internacional. En palabras de su presidenta interina, hay una “oportunidad única” para mostrar que el crecimiento y la protección del entorno pueden ir de la mano.
Este éxito no solo reafirma la viabilidad de un turismo sostenible, sino que ofrece un modelo exportable para otros países que buscan modernizar su industria turística sin sacrificar el medio ambiente.
Pese a los avances, la mayor parte de las emisiones del sector sigue procediendo del transporte: según el informe, los traslados (tanto aéreos como terrestres) representan el 54 % del total — una cifra significativamente por encima del promedio global, que ronda el 40 %.
Para afrontar este desafío, algunas aerolíneas estadounidenses ya se han comprometido con el uso de combustibles sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés). Aunque la oferta sigue siendo limitada, estos acuerdos representan un paso importante hacia la descarbonización del transporte aéreo.
El avance en eficiencia energética, la adopción de combustibles más limpios y otros mecanismos de mitigación serán fundamentales si se quiere mantener el impulso positivo y reducir aún más la huella ecológica del turismo.
El impacto del crecimiento sostenible en el turismo de EE. UU. no se limita al medio ambiente. El sector también registra una mejora tangible en su componente social. En 2024, de los empleos directos generados por la industria, 9,5 millones correspondieron a mujeres, lo que representa un 47,4 % del total — un incremento del 1,8 % respecto a 2023.
Además, los jóvenes (de 15 a 24 años) vieron un leve incremento en su participación: pasaron de 3,50 a 3,54 millones de trabajadores, situándose en el 23,7 % del empleo directo del sector. Esa proporción supera tanto la media regional para América (19,6 %) como la del mercado laboral general de EE. UU. (13,1 %).
Estos datos muestran que el turismo no solo puede generar riqueza de forma sostenible, sino también contribuir a la equidad y a la creación de empleo juvenil, consolidando su rol como motor de desarrollo social.
El balance del WTTC indica que la industria de viajes y turismo de Estados Unidos se encuentra hoy en una senda de transformación profunda: cada vez más rentable, más eficiente, más inclusiva y menos contaminante. Estos avances pueden marcar el inicio de un cambio estructural, donde prosperidad económica y responsabilidad ambiental ya no sean polos opuestos.
Con la descarbonización del transporte como principal desafío por abordar, y con el impulso de la innovación energética, el sector podría consolidarse como un referente global. Si otras economías siguen este ejemplo — adoptando políticas verdes, invirtiendo en tecnologías limpias y promoviendo el empleo inclusivo —, el turismo sostenible podría pasar de ser una aspiración a una realidad global, donde viajar y cuidar el planeta vayan de la mano.