La importancia de las salas VIP no se limita a la comodidad física. Los datos muestran que estas zonas desempeñan un papel estratégico en la percepción general del servicio aeroportuario y de la aerolínea. La disponibilidad de alimentos y bebidas de calidad encabeza las razones por las cuales los viajeros valoran estos espacios, seguida del ambiente, la comodidad de los asientos, la atención del personal y la fiabilidad de la conexión a internet. Estos factores tienen un efecto acumulativo: a mayor tiempo de permanencia en la sala, mayor es la satisfacción general del pasajero con la experiencia de viaje.
Un aspecto interesante del estudio es cómo la expansión del acceso a las salas VIP a través de beneficios vinculados a tarjetas de crédito ha modificado el perfil de los usuarios. Mientras que tradicionalmente solo los viajeros con estatus élite en programas de fidelización o con membresías específicas podían acceder a estos espacios, hoy un 34 % de los visitantes lo hace mediante ventajas asociadas a tarjetas de crédito premium. Esto ha democratizado en parte el acceso, pero también ha generado retos en términos de capacidad y uso eficiente del espacio, factores que las aerolíneas y aeropuertos deberán gestionar cuidadosamente si desean mantener la calidad del servicio.
La creciente importancia de estos espacios ha llevado incluso a algunas terminales a replicar elementos del diseño y servicios de las salas VIP en sus áreas públicas, con la intención de ofrecer un nivel superior de confort a todos los pasajeros y reducir la presión en los espacios exclusivos. No obstante, los encuestados siguen prefiriendo las salas designadas por la exclusividad y tranquilidad que ofrecen frente a las zonas comunes de los aeropuertos.
Además del impacto en la elección de rutas y aerolíneas, la relevancia de las salas VIP puede observarse en cómo redefinen la percepción del viaje. Para un número creciente de pasajeros, estas salas representan un refugio frente a las largas esperas, los retrasos y las multitudes que caracterizan a muchos aeropuertos en la actualidad. En este contexto, los servicios de restauración, duchas, áreas de descanso y salas de negocios se convierten en factores que no solo mejoran la experiencia, sino que pueden inclinar la balanza al decidir entre dos opciones de vuelo similares.
El ranking de las mejores salas VIP a nivel mundial incluye espacios emblemáticos como la Sala VIP de Primera Clase de Emirates en Dubái (DXB), la Sala Business de Qatar Airways en Doha (DOH), las Salas SilverKris de Singapore Airlines en Changi (SIN) y la Sala Business The Pier de Cathay Pacific en Hong Kong (HKG). También figuran con destaque los salones United Polaris en varios centros de conexiones de Estados Unidos, así como los American Express Centurion Lounges presentes en múltiples aeropuertos.
Este fenómeno plantea retos y oportunidades para las aerolíneas y los aeropuertos. Para las primeras, el desarrollo y la promoción de salas VIP de alta calidad pueden convertirse en una herramienta competitiva clave para fidelizar a los viajeros frecuentes y atraer a nuevos segmentos de clientes. Para los aeropuertos, gestionar el equilibrio entre acceso, confort y capacidad será esencial para responder a la creciente demanda sin comprometer la experiencia global del pasajero. En un mercado donde la elección empieza mucho antes de abordar el avión, las salas VIP se han consolidado como un activo estratégico que influye de manera significativa en cómo se viaja y con quién se decide volar.