Entre los destinos seleccionados para estas nuevas rutas se encuentran algunos de los enclaves más emblemáticos del patrimonio espiritual turco. Las formaciones rocosas y las iglesias excavadas en la roca en la región de Capadocia son un ejemplo extraordinario de la interacción entre la naturaleza y la fe. Las terrazas blancas de Pamukkale, además de su belleza natural, ofrecen vestigios de asentamientos antiguos en un entorno que invita a la reflexión. İznik y su rol histórico como sede del Concilio de Nicea en el año 325 d.C. presenta un punto de encuentro esencial para quienes estudian el cristianismo primitivo y la historia eclesiástica. Cada uno de estos lugares ha sido incluido en los itinerarios con la intención de ofrecer no solo visitas turísticas, sino experiencias significativas que conecten al viajero con la evolución de las prácticas religiosas y culturales.
Además de estos lugares, la antigua ciudad de Éfeso se destaca por su importancia arqueológica e histórica, incluyendo sitios vinculados con la figura de la Virgen María, lo que atrae a peregrinos y a turistas interesados en el legado cristiano temprano. La ciudad de Antakya, conocida por su rica tradición multicultural y religiosa que data de la antigüedad, también forma parte de las rutas, ofreciendo una perspectiva única sobre la convivencia de diferentes comunidades de fe. Se han incorporado asimismo rutas que recorren la pintoresca región del Mar Negro y diversas provincias del sureste de Turquía, ampliando las posibilidades de turismo de fe hacia regiones menos exploradas pero con una riqueza patrimonial significativa.
Este tipo de turismo, definido como el desplazamiento hacia lugares sagrados con motivos espirituales, religiosos o culturales, ha crecido en importancia en las últimas décadas y se ha diversificado para incluir tanto peregrinos tradicionales como turistas interesados en experiencias culturales profundas y reflexivas. Las nuevas rutas turísticas de fe en Turquía se han diseñado con este enfoque ampliado: combinan el interés académico e histórico con oportunidades de inmersión en costumbres, festividades, rituales y prácticas que todavía perviven en las comunidades locales. Este enfoque contribuye a un turismo más sostenible y respetuoso, en línea con las tendencias globales que valoran la autenticidad y el entendimiento intercultural.
La conferencia en Roma incluyó presentaciones visuales que destacaron no solo los sitios sagrados sino también el entorno natural que los rodea, subrayando la capacidad de Turquía para ofrecer experiencias integrales donde lo espiritual, lo histórico y lo natural se entrelazan. Este evento se organizó en colaboración con la L’Opera Romana Pellegrinaggi, una organización vinculada al Vaticano especializada en peregrinaciones, así como con el Consejero de Cultura y Promoción de la Embajada de Turquía en Roma, reforzando así la alianza entre instituciones turcas y actores internacionales clave del turismo religioso.
Con el lanzamiento oficial de estas rutas previsto para el próximo año, Turquía aspira a captar un segmento creciente de turistas que buscan experiencias que vayan más allá del simple turismo de ocio. La propuesta turca se proyecta como un modelo de turismo que promueve el diálogo cultural, el respeto hacia las tradiciones diversas y la exploración profunda del patrimonio espiritual, ofreciendo a visitantes de todo el mundo la posibilidad de conectar con historias milenarias y con la riqueza cultural que solo un país con la historia de Turquía puede ofrecer.