El alcalde de Vicuña, Mario Aros Carvajal, destacó el impacto de la iniciativa más allá del ámbito recreativo, subrayando su efecto directo en la economía local. Según su apreciación, el aumento del flujo turístico durante la jornada se tradujo en más visitantes ocupando alojamientos, consumiendo en restaurantes, cafés y comercios, y generando movimiento en la comuna. Asimismo, la autoridad enfatizó que los beneficios se distribuyen de manera transversal cuando la comunidad se involucra en proyectos de alto impacto que fortalecen la imagen turística del destino y generan orgullo entre los habitantes.
Uno de los aspectos más relevantes del fin de semana fue la participación de familias, lo que refuerza la creciente tendencia del astroturismo como experiencia educativa y recreativa intergeneracional. Julia, visitante de Santiago que llegó con sus hijos tras enterarse de la actividad en redes sociales, relató la emoción de vivir una noche diferente en un entorno seguro y preparado para el aprendizaje. Sus hijos observaron por primera vez las estrellas a través de un telescopio, y esa vivencia marcó un hito que difícilmente se olvidará. La accesibilidad, la interacción cercana con especialistas y la sorpresa constante del cielo nocturno contribuyeron a fortalecer la percepción de Vicuña como un destino ideal para vacaciones en familia.
Los propios operadores del sector astroturístico también valoraron los resultados obtenidos. Desde Alfa Aldea, el astrónomo Marco Rudolffi calificó la jornada como un tremendo éxito, destacando la respuesta del público y la confirmación de que existe un interés auténtico por conocer el universo desde un lugar privilegiado del mundo. Para él, abrir las puertas y crear espacios de acceso equitativo al conocimiento astronómico constituye una parte fundamental del rol que cumplen los observatorios dentro de la comunidad. Por su parte, Alfredo Burgos, del observatorio Omega, señaló que la demanda superó sus expectativas al punto de ampliar cupos, con visitantes provenientes mayoritariamente de La Serena, Coquimbo y Santiago, lo que anticipa un verano especialmente auspicioso para el turismo en la zona.
El éxito de la iniciativa se enmarca en una estrategia mayor de Vicuña para seguir ampliando su liderazgo internacional en turismo científico. La calidad del cielo del Valle del Elqui, protegida por regulaciones de iluminación y esfuerzos de conservación, atrae año tras año a miles de viajeros motivados por la contemplación y el descubrimiento del cosmos. Al mismo tiempo, la comunidad local se beneficia de un modelo económico que no depende únicamente de la temporada estival, sino que encuentra en la astronomía una ventaja competitiva permanente, capaz de generar empleo, fortalecer emprendimientos y promover la identidad cultural del territorio.
El fin de semana vivido en Vicuña confirma que el astroturismo es mucho más que una actividad especializada: es una oportunidad concreta de desarrollo sostenible que inspira a las nuevas generaciones, posiciona al destino en el mapa mundial y afianza la convicción de que mirar las estrellas desde el Valle del Elqui es una experiencia transformadora que seguirá cautivando al mundo.