En términos de producción, Boeing entregó un total de 348 aviones en 2024, una disminución del 34% en comparación con el año anterior y la cifra más baja desde 2021. Esta reducción se debió en parte a los recortes de producción tras el incidente de seguridad y la huelga mencionada.
Los ingresos de la compañía descendieron un 14% respecto al ejercicio anterior, alcanzando los 66.517 millones de dólares. El flujo de caja operativo también fue negativo, registrando una salida de 12.080 millones de dólares, reflejando tanto la disminución en las entregas comerciales como el impacto financiero de la huelga laboral.
En respuesta a estos desafíos, Boeing implementó un plan de reestructuración que incluyó la reducción del 10% de su plantilla, equivalente a aproximadamente 17.000 empleados. Además, la compañía llevó a cabo una ampliación de capital de 24.000 millones de dólares para fortalecer su posición financiera y abordar las pérdidas acumuladas.
Kelly Ortberg, quien asumió el cargo de presidente y consejero delegado en agosto de 2024, afirmó que se han realizado avances en la estabilización de las operaciones y en el refuerzo de las medidas de seguridad y calidad. Ortberg enfatizó el compromiso de la empresa en realizar los cambios fundamentales necesarios para recuperar el rendimiento y restablecer la confianza de clientes, empleados, proveedores, inversores y reguladores.
A pesar de estos esfuerzos, Boeing ha acumulado más de 35.500 millones de dólares en pérdidas en los últimos seis años, lo que subraya la magnitud de los desafíos que enfrenta la compañía. En 2024, la empresa quemó 14.310 millones de dólares en efectivo, lo que refleja las dificultades continuas en su flujo de caja.
En comparación, su principal competidor, Airbus, entregó 766 aviones y recibió 826 pedidos netos en el mismo periodo, superando significativamente a Boeing en ambos indicadores. Esta disparidad destaca la creciente brecha entre las dos compañías en el mercado de la aviación comercial.
De cara al futuro, Boeing planea aumentar la producción del 737 en 2025 y anticipa generar flujo de caja positivo en la segunda mitad del año. Sin embargo, la empresa no proporcionó una guía financiera específica para 2025, lo que indica una cautela ante las incertidumbres persistentes en el mercado y los desafíos internos que aún deben abordarse.