El perfil de los peregrinos ha experimentado cambios significativos. Por primera vez, el 58% de los caminantes provienen del extranjero, consolidando una tendencia iniciada en 2011. Estados Unidos encabeza la lista de nacionalidades extranjeras, seguido de Italia, Alemania, Portugal y Reino Unido. Es notable el incremento de peregrinaciones diocesanas desde Estados Unidos, muchas de ellas lideradas por obispos que repiten la experiencia año tras año.
En cuanto a los peregrinos españoles, Andalucía destaca con un 23% del total nacional, seguida de Madrid (17%) y la Comunidad Valenciana (12%). Este aumento en la participación internacional y nacional refleja la creciente atracción que el Camino de Santiago ejerce sobre personas de diversas procedencias y culturas.
El Camino Francés mantiene su posición como la ruta más transitada, elegida por casi la mitad de los peregrinos. Sarria, en Lugo, se consolida como el punto de partida más común, con un 32% de las salidas. Las rutas portuguesas también han ganado popularidad, especialmente la vía interior (19%) y la ruta costera (13%). Otros puntos de inicio destacados incluyen Tui (8%), Saint Jean Pied de Port en Francia y Oporto en Portugal. El Camino Inglés concentra algo más del 5% de los peregrinos.
La mayoría de los caminantes (93%) completan la ruta a pie, mientras que un porcentaje menor opta por la bicicleta u otros medios. En términos de edad, el rango mayoritario se sitúa entre los 18 y los 65 años, representando casi el 80% del total. Este amplio espectro de edades demuestra la accesibilidad y el atractivo universal del Camino.
El auge del Camino de Santiago ha tenido un impacto significativo en las economías locales de las regiones que atraviesa. El incremento en el número de peregrinos ha impulsado sectores como la hostelería, restauración y comercio, generando empleo y dinamizando la economía regional. Además, ha fomentado la conservación del patrimonio cultural y natural, así como la promoción de tradiciones locales.
Sin embargo, este crecimiento también plantea desafíos. La masificación en ciertas rutas y épocas del año ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad y la preservación del entorno. Autoridades y organizaciones vinculadas al Camino trabajan en estrategias para equilibrar la afluencia de peregrinos, promover rutas menos concurridas y garantizar una experiencia auténtica y respetuosa con el medio ambiente.
Con las cifras récord alcanzadas en 2024, el Camino de Santiago se reafirma como un fenómeno internacional en constante evolución. La combinación de espiritualidad, aventura y cultura continúa atrayendo a personas de todo el mundo, consolidando su relevancia en el siglo XXI. Las autoridades y comunidades locales se enfrentan al reto de mantener la esencia y sostenibilidad del Camino, asegurando que futuras generaciones puedan disfrutar de esta experiencia única.