El aeropuerto de Singapur Changi destacó como un nodo estratégico en Asia, apareciendo en tres ocasiones en el top 10 con rutas hacia Kuala Lumpur, Bangkok y Yakarta. En Oriente Medio, la conexión Dubái-Riad se posicionó como la más concurrida de la región, subrayando la creciente interconexión en el Golfo Pérsico.
En el ámbito de las rutas domésticas, Asia mantuvo su dominio. El trayecto entre Jeju y Seúl, con 14.2 millones de asientos en 2024, se consolidó como la ruta nacional más transitada del mundo, reflejando la alta demanda de vuelos internos en Corea del Sur.
En América Latina, la ruta entre San Juan y Orlando se destacó como la más activa, seguida por la conexión Lima-Santiago, indicando una robusta demanda en estos corredores. En Europa, el enlace entre Nueva York JFK y Londres Heathrow ocupó la décima posición a nivel global, consolidándose como la ruta transatlántica más concurrida y subrayando la importancia de esta conexión en el tráfico aéreo internacional.
A nivel mundial, el incremento en la capacidad aérea refleja una recuperación sostenida del sector tras las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19. No obstante, este aumento en la actividad plantea desafíos ambientales significativos. Según el Air Transport Action Group, la aviación representó un 2.1% de las emisiones de carbono generadas por el ser humano en 2022, una cifra que continúa en ascenso y que subraya la necesidad de adoptar medidas sostenibles en la industria.
Top 10 de rutas aéreas internacionales en 2024:
Hong Kong - Taipei
El Cairo - Jeddah
Seúl Incheon - Tokio Narita
Kuala Lumpur - Singapur Changi
Seúl Incheon - Osaka Kansai
Dubái - Riad
Bangkok - Hong Kong
Yakarta - Singapur Changi
Singapur Changi - Bangkok
Nueva York JFK - Londres Heathrow
Este ranking ilustra las dinámicas del tráfico aéreo internacional en 2024, destacando la preeminencia de las rutas en la región Asia-Pacífico y la relevancia de conexiones estratégicas en otras partes del mundo.
La industria de la aviación se enfrenta al desafío de equilibrar el crecimiento del tráfico aéreo con la implementación de prácticas sostenibles que mitiguen su impacto ambiental. La adopción de tecnologías más limpias y eficientes, junto con políticas que promuevan la reducción de emisiones, serán cruciales para garantizar un desarrollo equilibrado y responsable del sector en los próximos años.