Otro elemento determinante ha sido la inversión en infraestructura turística, con la modernización de aeropuertos, la ampliación de la capacidad hotelera y el desarrollo de servicios turísticos innovadores. Ciudades como Marrakech, Fez y Casablanca han experimentado un auge en la construcción de hoteles de lujo, mientras que regiones costeras como Agadir y Essaouira han visto un incremento en la demanda de alojamientos boutique y eco-resorts.
Asimismo, la diversidad cultural y paisajística del país sigue siendo un atractivo fundamental. Desde las vibrantes medinas hasta las playas del Atlántico y el desierto del Sahara, Marruecos ofrece una experiencia variada que atrae tanto a turistas en busca de aventura como a aquellos interesados en la historia y la gastronomía. La fusión de la herencia árabe, bereber y europea sigue cautivando a millones de viajeros.
El papel de los eventos internacionales
Un factor clave en el crecimiento del turismo marroquí ha sido la organización de eventos internacionales. En 2025, el país acogerá la Copa Africana de Naciones (CAN), un evento que atraerá a miles de aficionados y pondrá a Marruecos en el foco mediático global. Además, el anuncio de la coorganización de la Copa Mundial de la FIFA 2030 junto a España y Portugal ha generado expectativas positivas sobre el futuro del sector turístico del país.
Estos acontecimientos refuerzan la posición de Marruecos como un destino preparado para recibir a grandes volúmenes de visitantes y servir como anfitrión de eventos de talla mundial. Además, el gobierno ha implementado una serie de medidas para mejorar la seguridad y la experiencia del turista, incluyendo el desarrollo de infraestructuras de transporte, la modernización de los servicios públicos y la implementación de tecnologías digitales en la gestión de flujos turísticos.
Proyecciones y desafíos futuros
Con este récord histórico en 2024, Marruecos se ha propuesto nuevos objetivos ambiciosos. Para 2026, el país busca consolidar su crecimiento y atraer 17 millones de turistas, cifra que ahora parece alcanzable antes de lo esperado. Además, de cara a 2030, se espera que el turismo marroquí alcance los 26 millones de visitantes anuales, impulsado por el Mundial de Fútbol y el desarrollo continuo de su oferta turística.
No obstante, el país enfrenta ciertos desafíos. La sostenibilidad del crecimiento turístico es un tema prioritario, ya que el aumento en la llegada de turistas también conlleva un impacto ambiental y social que debe ser gestionado con estrategias responsables. El gobierno ha comenzado a implementar iniciativas de turismo sostenible, promoviendo el uso eficiente de recursos, la conservación del patrimonio cultural y la protección de ecosistemas frágiles.
Por otro lado, la competencia regional sigue siendo un factor a considerar. Egipto, Sudáfrica y Kenia continúan siendo destinos fuertes en el continente, cada uno con propuestas únicas que atraen diferentes segmentos de viajeros. Para mantener su liderazgo, Marruecos deberá seguir innovando y diversificando su oferta, apostando por nuevas experiencias que mantengan el interés del turismo internacional.