Además de esta tarifa, la nueva normativa contempla otros aumentos: 100 USD anuales por solicitudes de asilo, 550 USD para permisos de empleo vinculados a asilo o TPS, 500 USD para solicitar el Estatus de Protección Temporal, 1 000 USD por parole humanitario, y la tasa I‑94 pasará a costar 24 USD.
Uno de los cambios más destacados afecta al programa Visa Waiver / ESTA, utilizado por ciudadanos de la UE para viajes cortos sin visa. La tarifa actual, de 21 USD, aumentará a 33 USD por autorización, con ajustes posteriores según el Índice de Precios al Consumidor. Esto representa una subida superior al 50 % en uno de los mecanismos más utilizados por europeos para acceder temporalmente a Estados Unidos.
El sector turístico ya ha manifestado su preocupación. Geoff Freeman, presidente de la Asociación de Viajes de EE. UU., advierte que esta política “es como autoimponerse un arancel en una de las exportaciones más grandes de nuestra nación: el gasto de viaje internacional”, advirtiendo que podría traducirse en una pérdida de hasta 29 000 millones de dólares en gasto turístico extranjero.
El incremento generalizado en los costos de inmigración también podría impactar en la educación internacional y el mercado laboral. Estudiantes extranjeros, especialmente de niveles medios o países con altos costos de vida, podrían reconsiderar sus opciones ─algunas universidades estadounidenses ya dependen considerablemente de matrículas internacionales─, mientras que el patrocinio de visas laborales para profesionales en campos como la tecnología o la ingeniería podría volverse menos atractivo para pequeñas y medianas empresas debido al incremento de costos .
De forma paralela, Estados Unidos evalúa ampliar restricciones de entrada a casi 50 países y fortalecer su personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), con la contratación prevista de 5 000 agentes adicionales. Este endurecimiento migratorio coincide con la próxima Copa Mundial de Fútbol 2026, lo que añade presión a la logística de visitantes internacionales.
Para quienes viajan con frecuencia, este incremento supone un cambio sustancial en el presupuesto. Por ejemplo, una familia de cuatro personas que viaje a EE. UU. con ESTA pagará 132 USD en lugar de 84 USD. Con visa, el costo de una solicitud familiar podría superar los 1 700 USD en total.
¿Por qué esta medida? El propósito declarado es frenar el abuso del sistema migratorio, evitando estancias ilegales y trabajos no autorizados por parte de visitantes. No obstante, muchos críticos advierten que provocará una caída en la demanda de viajes, de estudiantes extranjeros y talento profesional, además de que podría ocasionar un efecto dominó: Europa, Canadá, Australia e incluso Asia ya están presentando políticas de visado más accesibles y competitivas.
Aunque la Ley fue firmada el 4 de julio de 2025, los montos finales y el calendario de implementación exacto dependerán de reglamentos adicionales del Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional, que deberán publicarse antes de enero de 2026 . Se espera que la aplicación oficial incluya detalles sobre los procesos de reembolso y ajustes anuales según el IPC.
Mientras tanto, muchos viajeros están acelerando sus solicitudes para evitar el incremento de tarifas; consultores de visa en países con alto flujo migratorio reportan un pico en consultas y trámites. Con estos cambios en puerta, lo recomendable es planificar con anticipación y estar atentos a las actualizaciones oficiales.