El sistema de compras libres de impuestos fue eliminado en 2021 tras el Brexit, una decisión que fue ampliamente criticada por diversos sectores económicos. Desde entonces, numerosos estudios independientes han mostrado que la ausencia de este beneficio ha tenido un impacto negativo en la competitividad del Reino Unido frente a otros destinos europeos como Francia, Italia o España, que sí mantienen sus esquemas de devolución de impuestos al consumo para turistas extracomunitarios. En particular, se ha observado una caída en el gasto promedio de los visitantes internacionales, así como una disminución de las compras de lujo, lo que afecta especialmente a ciudades como Londres, Edimburgo o Manchester.
Los firmantes de la carta argumentan que restablecer las compras libres de impuestos podría generar un aumento significativo en la llegada de turistas de alto perfil procedentes de mercados clave como China, Estados Unidos, los países del Golfo y el sudeste asiático. Estos viajeros, históricamente conocidos por su elevado gasto en moda, relojería, joyería y experiencias culturales, han optado en los últimos años por destinos europeos donde pueden beneficiarse de reembolsos fiscales. Según estimaciones del sector, el regreso del régimen libre de impuestos podría traducirse en ingresos adicionales superiores a los 4.000 millones de libras al año para la economía británica, sin contar el impulso indirecto en empleo, inversión en infraestructura y revitalización de centros urbanos.
Además, los comerciantes subrayan que la medida no solo beneficiaría a Londres, sino que tendría un impacto positivo en todo el Reino Unido, incluyendo Escocia, Gales y el norte de Inglaterra, donde se están haciendo esfuerzos para descentralizar el turismo y promover circuitos menos masificados. Restaurar este incentivo podría contribuir a un modelo turístico más equilibrado y sostenible, al tiempo que impulsaría sectores estrechamente vinculados como el transporte, la hotelería, la gastronomía y la oferta cultural.
Desde el Tesoro británico se ha señalado en ocasiones anteriores que eliminar el régimen de compras libres de impuestos fue una decisión basada en la equidad fiscal y la necesidad de proteger los ingresos del Estado. Sin embargo, los comerciantes y asociaciones empresariales insisten en que el impacto fiscal negativo sería más que compensado por el aumento del consumo y la recaudación indirecta. Además, destacan que los visitantes internacionales no representan una carga para los servicios públicos británicos, y que su contribución al crecimiento económico se da principalmente a través del gasto directo en bienes y servicios.
La petición también ha encontrado eco en algunos miembros del Parlamento británico y en autoridades locales, que ven en el turismo una palanca esencial para dinamizar la economía post-Brexit. La recuperación del turismo internacional, aunque en crecimiento, todavía no ha alcanzado los niveles anteriores a la pandemia, y los comerciantes consideran que ahora es el momento oportuno para adoptar medidas que posicionen al Reino Unido de forma más competitiva frente a otros destinos europeos.
En medio de un escenario global marcado por la competencia entre ciudades por atraer a los turistas más rentables, el regreso del sistema de compras libres de impuestos se plantea como una herramienta concreta, eficaz y de rápida implementación. El sector privado ha mostrado su disposición a colaborar activamente con el gobierno para diseñar un mecanismo transparente, ágil y seguro, que convierta al Reino Unido en una opción prioritaria para los viajeros internacionales. En este contexto, la decisión del gobierno podría tener un impacto profundo en la capacidad del país para recuperar protagonismo en el turismo de alto valor, reactivar el comercio minorista y reforzar su imagen como destino moderno, abierto y competitivo.