Según informó el Ministerio de Turismo de la República Dominicana, estas medidas han sido actualizadas con base en un estudio técnico realizado en colaboración con el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el cual identificó las provincias que requieren mayor estímulo para incorporarse de forma competitiva al mapa turístico nacional. Con esta nueva categorización, 25 provincias han sido reconocidas como prioritarias para recibir los incentivos extendidos, mientras que las zonas que ya gozan de alto desarrollo, como La Altagracia (Punta Cana), el Distrito Nacional, Santiago y Santo Domingo, quedan excluidas de estos beneficios adicionales. La finalidad es concentrar el crecimiento en zonas con gran potencial pero que aún no han sido plenamente desarrolladas.
David Collado, ministro de Turismo, ha subrayado que esta política busca consolidar el turismo como una herramienta de desarrollo integral y de equidad territorial. En sus palabras, “apostamos por un turismo más inclusivo, que genere empleos de calidad y dinamice las economías locales más allá de los destinos consolidados”. Esta visión está alineada con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promoviendo un modelo turístico que respete la diversidad cultural y los ecosistemas, al mismo tiempo que fortalece las capacidades institucionales y fomenta la inversión privada en entornos no tradicionales.
La ley establece que los desarrolladores que se acojan al régimen de incentivos deben comprometerse a cumplir con estándares de sostenibilidad ambiental, calidad de servicios y responsabilidad social, garantizando así que el crecimiento turístico no comprometa los recursos de las comunidades ni degrade los entornos naturales. Esta combinación de estímulo económico y exigencia ética ha convertido a la República Dominicana en un referente regional en materia de políticas públicas para el turismo.
En los últimos años, CONFOTUR ha aprobado más de 200 proyectos con esta visión descentralizada, generando un efecto multiplicador en sectores como la agroindustria, la construcción, el transporte terrestre y marítimo, así como en el comercio y la formación técnica. Con esta nueva actualización del régimen de incentivos, se espera atraer inversiones en destinos emergentes como Pedernales, Samaná, Montecristi, Bahoruco, El Seibo, María Trinidad Sánchez y otras provincias que albergan playas vírgenes, parques nacionales, reservas de biosfera y patrimonios históricos con enorme atractivo para el turismo internacional.
Asimismo, se prevé un incremento en la oferta de turismo comunitario, ecoturismo, turismo de salud y bienestar, así como propuestas culturales que rescaten la identidad dominicana en sus múltiples expresiones. Esta diversificación de la oferta contribuirá a reducir la estacionalidad del sector, a repartir mejor los beneficios del turismo en todo el territorio nacional y a consolidar una imagen del país más rica y diversa.
Los inversionistas interesados en acogerse al régimen de incentivos de CONFOTUR pueden presentar sus propuestas ante el Ministerio de Turismo, cumpliendo los requisitos técnicos y legales establecidos. El gobierno dominicano ha reiterado su compromiso de facilitar los procesos administrativos, brindar seguridad jurídica y promover alianzas público-privadas como herramientas clave para materializar este nuevo impulso al turismo nacional.
Con esta política renovada, República Dominicana envía un mensaje claro al mundo: es momento de mirar más allá de los destinos consagrados y descubrir la riqueza inexplorada que ofrece cada rincón de su geografía. Se trata no solo de atraer turistas, sino de construir un modelo de desarrollo más justo, sostenible y resiliente, que beneficie tanto al visitante como a las comunidades anfitrionas.