A pesar de ser una ciudad con gran afluencia turística, Roma mantiene precios de alojamiento relativamente asequibles en comparación con otras capitales europeas. Según el informe, el coste medio por noche en un hotel ronda los 104 euros, lo que la sitúa como una opción competitiva frente a ciudades como Ámsterdam (con 157 euros de media) o Londres (156 euros). Asimismo, el precio del transporte público es moderado, lo que facilita el desplazamiento del visitante sin que esto represente una carga económica significativa.
La conectividad también ha sido un factor clave en la evaluación. Roma cuenta con dos aeropuertos internacionales —Fiumicino y Ciampino— que ofrecen múltiples rutas desde y hacia distintos puntos de Europa y el resto del mundo, lo que la convierte en una ciudad fácilmente accesible para viajes cortos o de fin de semana. Además, su red ferroviaria conecta con rapidez a otros destinos italianos, como Florencia, Nápoles o Milán, favoreciendo así escapadas combinadas dentro del país.
El informe de Bounce sitúa a París en segundo lugar, con una puntuación de 8,74. La capital francesa continúa siendo uno de los destinos más deseados del mundo, aunque su precio medio por alojamiento (167 euros por noche) y su coste de vida general algo más elevado pueden influir en la decisión de quienes buscan escapadas más asequibles. Londres completa el podio con 8,56 puntos, destacando por su ambiente multicultural, su oferta de ocio y sus infinitas opciones culturales, pero penalizada por ser una de las ciudades más caras de Europa.
Ciudades como Ámsterdam y Berlín también figuran en el top cinco, con puntuaciones de 8,51 y 8,47 respectivamente. Ambas ofrecen una excelente combinación de cultura, vida nocturna y accesibilidad, pero sus precios de alojamiento y otros costes pueden ser menos atractivos para los viajeros con presupuestos ajustados.
En el extremo opuesto del ranking se encuentran Dublín, Luxemburgo y Vaduz, con puntuaciones por debajo del 6. Las principales razones de su baja clasificación están relacionadas con los altos precios del alojamiento, la escasa oferta de atracciones turísticas en proporción a otras capitales, y una conectividad menos favorable.
Este reconocimiento a Roma refuerza su posición como una ciudad que combina de forma excepcional historia, arte, gastronomía y accesibilidad. A pesar del creciente protagonismo de otros destinos emergentes en Europa, la capital italiana sigue demostrando que su encanto es atemporal y que, incluso en una era de viajes rápidos y experiencias inmediatas, sigue conquistando los corazones de quienes la visitan.
Para quienes planifican una escapada corta, ya sea un fin de semana romántico, una inmersión cultural o una simple desconexión urbana, Roma ofrece una mezcla difícil de superar: el peso de la historia bajo cada adoquín, una gastronomía que seduce paladares, un clima amable y una oferta que equilibra perfectamente calidad y precio.