La expansión del número de comercios con reembolso también ha sido significativa. Según la Administración Estatal de Impuestos, el número de tiendas autorizadas para realizar devoluciones aumentó en 1.303 unidades —un incremento del 40 % respecto a finales de 2024— alcanzando un total de 5.196 establecimientos en todo el país. Estas tiendas están estratégicamente ubicadas en aeropuertos, zonas comerciales, destinos turísticos y grandes almacenes como el Shanghai No. 1, donde las devoluciones aumentaron un 338 % y el gasto creció un 206 % interanual.
Uno de los factores clave del éxito es la baja cantidad mínima exigida para acceder al reembolso: solo 200 yuanes (aproximadamente 28 dólares), con un límite máximo de devolución de 20.000 yuanes (unos 2.780 dólares), lo que permite a los turistas beneficiarse del sistema incluso con compras modestas. Por ejemplo, un visitante extranjero que adquiera un teléfono Huawei Mate XT puede recibir un reembolso de aproximadamente 2.500 yuanes, suficiente para cubrir un billete en tren de alta velocidad entre Pekín y Shanghái y una noche de hotel.
La política de exención de visado ha sido otro elemento esencial. Desde la ampliación del programa, China ha recibido más de 9,2 millones de entradas de visitantes extranjeros solo en el primer trimestre de 2025, lo que supone un aumento del 40 %, y más del 71 % de los turistas elegibles han aprovechado esta modalidad de tránsito sin visado. Durante el puente del Primero de Mayo, las llegadas de turistas se dispararon, con un crecimiento del 73 % en las entradas sin visado respecto al año anterior. Al reducir trámites y eliminar barreras de entrada, China se ha posicionado como un destino más accesible y atractivo tanto para escalas como para estadías más prolongadas.
Algunas regiones están viendo resultados particularmente positivos. En la provincia de Jiangsu, por ejemplo, las visitas internacionales aumentaron casi un 38 % en los primeros cinco meses del año. En Yiwu —un centro de exportaciones de renombre— el modelo de “viaje y pedido”, que combina turismo y compras al por mayor, atrajo a unos 250.000 visitantes extranjeros entre enero y mayo, un 18,6 % más que el año anterior. Zonas históricas como el pueblo acuático de Tongli registraron un incremento del 85 % en grupos turísticos internacionales. El turismo cultural también se ha beneficiado, con un mayor interés por sitios icónicos como los Guerreros de Terracota o la Ciudad Prohibida, integrando cultura y compras en una experiencia más completa.
Esta estrategia genera beneficios que van más allá del turismo. Expertos del Instituto Nacional de Contabilidad y de EY China destacan que estas reformas estimulan un consumo antes desaprovechado y muestran una actitud proactiva de China hacia la apertura de su mercado. Las proyecciones apuntan a que el país se convertirá en el mayor mercado receptor de turismo del mundo en 2025, y las nuevas políticas de compras reforzarán tanto el comercio como la resiliencia económica.
El plan también se alinea con el objetivo de dar visibilidad a la marca “Hecho en China”. Empresas como DJI ya lo están aprovechando: en su tienda principal del Beijing China World Mall, las ventas de productos con devolución de impuestos aumentaron un 77 % en solo un mes. Para los visitantes, esto se traduce en una experiencia de compra más gratificante; para China, es una oportunidad para fortalecer la innovación, el consumo interno y la proyección global de sus marcas.
Este enfoque representa una estrategia integral en la que liberalización de visados, simplificación fiscal, mejoras turísticas y expansión comercial actúan de forma coordinada. Más que atraer visitantes, China busca transformar cada llegada en valor económico concreto. Con este impulso, el país se consolida como un epicentro global de compras y cultura, donde eficiencia y tradición se encuentran para ofrecer una experiencia de clase mundial.
Si esta tendencia se mantiene, el auge turístico de China podría convertirse en un motor sostenido de crecimiento. Al transformar el gasto del turista en una palanca de diversificación económica, el país está escribiendo un nuevo capítulo en su apertura al mundo, donde cultura, comercio y conectividad confluyen con fuerza renovada.